miércoles, 26 de octubre de 2011

APUNTES DE OCTUBRE





Primero. La muerte del torero “Antoñete” y el valor de los silencios. Antonio Chenel, comentarista otoñal de los toros en televisión, apenas hablaba, apenas apuntaba esbozos. Era un hombre que sabía mucho y por eso hablaba poco; tenía la mirada de quien ha acumulado un interior denso y rico ahorrando palabras. Su ejemplo contrasta con la necesidad de no meter la lengua en paladar que sienten periodistas, políticos, opinadores de todo tipo. La muerte de “Antoñete” sirve, debe servir, como una reivindicación del hablar sólo cuando no se puede callar, del hablar lo justo.

Segundo. Los abogados que defienden a los asesinos de Marta del Castillo. Gentes sin alma ni escrúpulos. Su deber de defender a sus clientes no puede llegar al extremo de basar la defensa en la desaparición del cuerpo. Con esa actitud, que impide el duelo de los familiares de la muchacha y que hace que el crimen perdure más allá de la condena y de la cárcel y de un arrepentimiento que siempre será una farsa, se convierten en cómplices morales de Miguel Carcaño y de toda la escoria que defienden.

Conclusiones. El silencio es una virtud. Los límites son una necesidad.

1 comentario:

Jose Ruiz Quesada dijo...

Amigo Manolo llevas razón en tu artículo.., Antonio Chenel "Antoñete" era un gran maestro que se nos ha ido, pero ha salido por la Puerta grande como cuando toreaba y su silencio era sabiduría en el arte del toreo.
Y con respecto a los abogados tienes parte de razón, pero es el deber de un abogado defender hasta lo indefendible..., y mientras no se demuestre lo contrario todos somos inocentes.., lo que tenían que hacer es no defender a los sinverguenzas, no tomar parte....

En este caso falta decisión para darles de bofetones hasta que dijeran donde está el cadáver de la inocente Marta..., un abrazo
José