Mientras en otras Semanas Santas se repiten machaconamente las mismas marchas –las mismas en Sevilla y en Niebla y en Granada– en Úbeda cada cofradía tiene su propio patrimonio musical, sus propias marchas, sus himnos privativos que sólo se interpretan en su fiesta principal y (se interpretaban) en su procesión. Y cuando esta tarde la Virgen de Gracia salga a la calle será posible oír una de las más hermosas marchas de uno de los grandes músicos del siglo XX ubetense, el maestro Herrera Moya.
Hombre y músico de temperamento –apasionado de la grandilocuente música romántica– debutó joven como compositor de marchas cofrades con la de la Virgen de los Dolores de la cofradía de la Expiración, allá por los primeros años 60. Para entonces había ya marchas de don Victoriano y Sánchez Plaza, pero Herrera Moya compuso las de casi todas las Vírgenes ubetenses: Amor, Esperanza, Caridad, Fe, Paz…, a más de algunas para Cristo –ahí queda la intensidad de la marcha de la Buena Muerte–. (A la postre, es la obra del maestro Herrera Moya la que redondea un patrimonio musical cofrade único en España.) Queda en su haber el no querer componer una marcha para la Virgen de los Dolores de la cofradía de Jesús por considerar –humilde, pudoroso– que el “Miserere” es tan grande y significa tanto en Úbeda, que interpretar otra marcha en la mañana del Viernes Santo es violentar los sentimientos sedimentados en la salida del Nazareno.
Su trayectoria como compositor cofrade alcanzó su cenit –pensamos– con la marcha de la extinta Agrupación de Cofradías, y quedan en su haber composiciones tan solemnes como esa que recoge todo el espíritu cofrade de su pueblo, y marchas tan populares como la que esta noche silbarán las aceras al paso de la procesión. Porque de todas sus marchas, la de la Gracia es la más pegadiza y popular, precisamente por ser la que menos se parece a las otras del maestro, tan grandiosas y solemnes. La marcha del Lunes Santo es leve como el viento de un cielo con estrellas: con ella Manuel Antonio Herrera Moya alcanza la categoría de músico de la calle y se adentra ya, para siempre, en los resortes íntimos de nuestra Semana Santa. ¿Qué es la Semana Santa de Úbeda? Lo que hicieron Palma Burgos, don Victoriano, Ruiz Olmos… y también, no tenemos duda, lo que desde hace casi cincuenta años viene haciendo el maestro Herrera.
(Publicado en diario IDEAL el día 6 de abril de 2009)
Hombre y músico de temperamento –apasionado de la grandilocuente música romántica– debutó joven como compositor de marchas cofrades con la de la Virgen de los Dolores de la cofradía de la Expiración, allá por los primeros años 60. Para entonces había ya marchas de don Victoriano y Sánchez Plaza, pero Herrera Moya compuso las de casi todas las Vírgenes ubetenses: Amor, Esperanza, Caridad, Fe, Paz…, a más de algunas para Cristo –ahí queda la intensidad de la marcha de la Buena Muerte–. (A la postre, es la obra del maestro Herrera Moya la que redondea un patrimonio musical cofrade único en España.) Queda en su haber el no querer componer una marcha para la Virgen de los Dolores de la cofradía de Jesús por considerar –humilde, pudoroso– que el “Miserere” es tan grande y significa tanto en Úbeda, que interpretar otra marcha en la mañana del Viernes Santo es violentar los sentimientos sedimentados en la salida del Nazareno.
Su trayectoria como compositor cofrade alcanzó su cenit –pensamos– con la marcha de la extinta Agrupación de Cofradías, y quedan en su haber composiciones tan solemnes como esa que recoge todo el espíritu cofrade de su pueblo, y marchas tan populares como la que esta noche silbarán las aceras al paso de la procesión. Porque de todas sus marchas, la de la Gracia es la más pegadiza y popular, precisamente por ser la que menos se parece a las otras del maestro, tan grandiosas y solemnes. La marcha del Lunes Santo es leve como el viento de un cielo con estrellas: con ella Manuel Antonio Herrera Moya alcanza la categoría de músico de la calle y se adentra ya, para siempre, en los resortes íntimos de nuestra Semana Santa. ¿Qué es la Semana Santa de Úbeda? Lo que hicieron Palma Burgos, don Victoriano, Ruiz Olmos… y también, no tenemos duda, lo que desde hace casi cincuenta años viene haciendo el maestro Herrera.
(Publicado en diario IDEAL el día 6 de abril de 2009)
3 comentarios:
Amigo Manolo, como soy un ferviente seguidor y admirador de nuestro querido amigo y ex compañero Manolo Herrera -a él se lo he manifestado en alguna que otra ocasión- he de decirte que estás en lo cierto cuando hablas de ese patrimonio musical cofrade único -posiblemente- en toda España. Y esto viene a colación porque ha caído en mis manos un programa de la Semana Santa de Linares y hay una cofradía que tiene a gran gala disponer de marcha propia, hasta el punto de resaltarlo en el programa. Una vez más queda de manifiesto la idiosincrasia de los ubetenses, nuestra secular pasividad y el no saber sacar partido ni provecho de lo bueno que tiene la ciudad, que, en este caso concreto, es el riquísimo legado musical de nuestras cofradías. Saludos.
"No sabe uno lo que tiene hasta que lo pierde"
Hace años, cuando "la banda de música" del Maestro Herrera procesionaba junto a nuestras cofradías en la Semana Santa, la mayoría de ellas dejaba a los componentes de la agrupación musical al final de la procesión, y prácticamente fuera de ella, y la mayoría de espectadores ya había desaparecido de las aceras cuando ellos pasaban, aunque lo hicieran interpretando (magistrlamente) las marchas de la cofradía a la que acompañaban.
Hoy, nos damos tortas por tener (o alquilar) una banda que desfile tras el paso tocando una marcha que lo mismo suena en Sevilla que en Las Pololos.
Amigo Diego, una de las peores cosas que han traído los maravillosos cambios que ha padecido la Semana Santa en los últimos años ha sido la pérdida de una parte importante de su patrimonio musical. El caso del Viernes Santo desvirtuado sonoramente es paradigmático, y resulta muy triste ver como hay cofradías que han sustituido las marchas que definían una parte de su personalidad por otras foráneas que le pintan como a un santo dos pistolas pero que van de maravilla para mover el trono.
Manolo Herrera es un músico como la copa de un pino, sin duda el mejor músico ubetense del siglo XX y lo que va del XXI, pero como suele suceder en esta ciudad si este mérito se le reconoce será cuando ya esté muerto.
Un saludo.
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