miércoles, 22 de abril de 2009

EL ROSTRO DE UN ASESINO



Como el tema es interesante y complejo (ya se ha tratado aquí en varias ocasiones) vayamos por partes y resumiendo para no liarnos mucho.

Una red cívica de padres y madres de familia me hace llegar un correo electrónico en el se acompaña –junto con el espeluznante relato de sus fechorías y del crimen horrendo de Sandra Palo– la foto de Rafael García Fernández, alias “Rafita”. La petición de colaboración es expresa: esta foto apareció en no sé qué programa de Tele 5, pero la Fiscalía y el Defensor del Menor, en su inagotable afán de protección del criminal y burla de las víctimas, obligaron a retirar la fotografía de la web de la cadena basura. Sin embargo, estuvo el tiempo suficiente como para que las redes cívicas que piden una revisión del sistema penal español –su justa pretensión es llevar la Ley del Menor al Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, a ver si allí alguien se apiada de las víctimas de la ley española– pudieran cogerla. Y ahora la mandan por las redes cibernéticas instando a que los padres españoles la difundamos: “si la ley no lo hace lo haremos nosotros. Por eso, es importante que hagamos una cadena en Internet para que todo el mundo sepa como es la cara de este ‘angelito’ y estar prevenido”.

Ciertamente con este sujeto, que cuando asesinó a Sandra Palo ya sumaba más de ¡700 denuncias! y que mientras estuvo internado en el centro de menores en el que purgó durante cuatro años –¡cuatro años!– su horrible crimen no cesó de amenazar a las educadoras con violarlas y quemarlas vivas, hay que estar prevenido. Sobre todo los padres de adolescentes. Por eso desde este Camino nos sumamos a esa red cívica de difusión del rostro del asesino. Que además, según parece, reúne todas las papeletas para volver a delinquir, porque de reinserción y arrepentimiento nada de nada.

Supongo que ahora vendrán los que se la cogen con papel de fumar diciendo que esto supone un linchamiento moral del tal Rafita, que conforme a las leyes –se olvidan que las leyes también pueden ser injustas– ya ha sido juzgado y ha pagado su pena, etcétera, etcétera. Vale, muy bien, pero para mí este argumento no es válido. Para mí sigue siendo válido el sufrimiento de las víctimas, el dolor de unos padres a los que ley privó del derecho del justo resarcimiento de su pérdida. ¿Debe la ley proteger los derechos de los criminales? Por supuesto: pero eso no puede suponer, como supone en el caso de la ley penal española, un mearse encima de los derechos de los que han padecido la violencia del crimen. Un ejemplo muy reciente y doloroso ilustra la indefensión y la desprotección de las víctimas.

Durante estos días estamos asistiendo al triste espectáculo de ver como después de patearse el Guadalquivir desde Sevilla a Sanlúcar, la policía lleva varias semanas removiendo miles y miles de kilos de basura, para ver si se encuentra el cadáver de Marta del Castillo y se le puede entregar a sus padres, para que construyan el armazón de su duelo y puedan ir superando la angustia de no saber si quiera dónde están los restos de su hija. Yo pienso que Marta ni siquiera está en ese vertedero, que esto es una estratagema de los asesinos para volver a reírse de los tribunales y tenerlos entretenidos. Y así, llegaremos a una situación en la que muy posiblemente el cuerpo de Marta, enterrado nunca sabremos dónde, no aparecerá, sus padres no podrán superar esa fase del duelo que se liga al entierro del ser querido que se pierde, sus asesinos serán juzgados y en pocos años saldrán a la calle, reinsertados y con la misma chulería que en los últimos días demuestran ante las cámaras. ¿Reinsertados? ¿No debería pasar en este caso al menos la reinserción por la previa aparición del cadáver? ¿De verdad no es reírse ya en demasía del sufrimiento de los familiares de la chavala el que sus asesinos puedan salir a la calle en diez o quince años, riéndose de todos y no diciendo mientras vivan dónde enterraron a Marta? ¿De verdad decir estas cosas supone un linchamiento de aquellos que son malos? ¿De verdad estamos tan ciegos –la ceguera de los puros aupó el mal al poder en la década de los 30, no lo olvidemos– que nos negamos a aceptar que el mal existe y que hay personas malvadas?

El Rafita está suelto. Aquí está su foto. Seguramente difundirla no sirva para mucho, pero al menos el día en que vuelva a violar o asesinar a una joven indefensa que suplica clemencia tendremos limpia la conciencia, porque cumplimos con nuestro deber de padres y, sobre todo, de ciudadanos.

2 comentarios:

Luis M. dijo...

Ni este ni ningún otro gobierno que venga va a hacer nada para proteger a los ciudadanos "de a pié". Que un hijo de puta de esta calaña pueda estar en la calle (tras haber sido juzgado) me pone los pelos punta, además de un cabreo de un par de narices. Me dan ganas de en las próximas elecciones limpiarme el culo con la papeleta del voto antes de meterla en la urna, total, para que lo hagan después ellos, ya les doy el trabajo hecho.

Aplaudo tu gesto de poner la foto de este asesino.

Manuel Madrid Delgado dijo...

Un amigo mío también se está planteando meter en un sobre una papeleta con la que se haya limpiado el culo. Dice que para lo que sirve su voto... está convencido de que se vote a quién se vote los políticos al final hacen lo que les da la gana en función de no se sabe qué principios que deben ser desconocidos para el común de los mortales. El tema de la petición de cadena perpetua (como existe en otros países, sin duda más civilizados que este terrón africano que es España) ilustre bien esto: es más o menos un clamor social el endurecimiento de las penas, pero los políticos nos miran por encima del hombro, custodios como son de la verdad absoluta de la reinserción, y alegan que no se puede sacar adelante legislativamente el tema de la cadena perpetua porque la Constitución lo impide. Lo que los políticos no dicen, y nadie les recuerda, es que la Constitución tiene mecanismos para su reforma, y que si hay puntos en los que la sensibilidad social ha cambiado, habrá que instruir el procedimiento de reforma para adaptar la Constitución a la realidad social. Creo que fue Cristo el que dijo que no se hicieron los españoles para la Constitución sino la Constitución para los españoles, o algo así.
Saludos.