Esta entrada no es más que el desarrollo de una magnífica idea que en su momento me comentó un amigo, que entiende que el voto más justo (como pago a tanta desvergüenza) y necesario (para poder pensar en la regeneración democrática) es el voto nulo. Es un tipo inteligente que ha construido un paralelismo entre el tratamiento de quimioterapia contra el cáncer y el cáncer que para la democracia supone la actual casta política, y el tratamiento que merece. Intento explicarme.
La abstención no es un tratamiento útil contra el cáncer de la casta política: el que no vota puede o estar cabreado o estar en la comunión de su sobrino o dorando la bartola en la playa. ¿Cómo diferenciar entre el ciudadano que no vota porque está "indignado" y el que no vota porque está durmiendo, también físicamente? De todas las formas de protesta cívica, a mí la abstención me parece la menos productiva y la más injusta, pues olvida el sacrificio de nuestros abuelos para que pudiéramos votar.
El voto blanco tampoco es un voto que luche contra el cáncer de la casta política. Los votos blancos, al computar como votos útiles, se convierten en votos que facilitan las cosas de los partidos grandes, pues dificultan a los pequeños el obtener representación.
Luego la única manera de votar dejando un mensaje y de que de ese mensaje no sea aprovechedo por ningún político es el voto nulo. El voto nulo sería la quimioterapia aplicada al cáncer político que padece la democracia española.
Mi amigo me explica el funcionamiento de la quimioterapia. Me pide que me imagine a las células cancerígenas como células golosas a las que le gusta mucho el dulce: la solución para acabar con ellas, pues, es darle dulces envenenados. Ese dulce, ese caramelo envenenado, sería la píldora química. Esta píldora con veneno tendría una cantidad adicional de azúcar, de tal modo que las células cancerígenas, tremendamente voraces, las devorarían más rápido que las células sanas; y así, aunque todas las células del cuerpo enferman, las que más y antes lo hacen son las tocadas por el cáncer, que acaban muriendo, mientras que las otras acaban recuperando el vigor y la fuerza.
Los políticos serían como esas células cancerígenas: solo les importa el voto, quieren el voto por encima de todo, aunque para conseguirlo tengan que dejar maltrecha la democracia. ¿Quieren votos? Pues lo que necesitan son votos envenenados. Votos nulos, votos que sirven sólo para dejar constancia de la rabia, del cansancio, del hartazgo. Mi amigo me decía que el voto perfecto para la quimioterapia electoral es el voto a un partido en el que aparecen tachados todos los nombres de esa lista que no nos gustan. Ese mensaje es seguro que llega a las sedes de los partidos, la misma noche del recuento.
A mí se me ocurren otras muchas formas de voto nulo que demuestran el cansancio ciudadano y que sirven para pedir listas abiertas y cosas similares, tan detestadas por los políticos: elaborar nuestra propia lista con los políticos locales que querríamos que fuesen en ella; meter en el sobre una papeleta de cada partido dejando sin tachar sólo los nombres de las personas que nos gustan; meter un listado con los precios del pan, la luz, el agua o la zona azul, para que se enteren de lo que cuesta la vida cotidiana; meter en el sobre uno de los magníficos chistes que Forges está dedicando a la campaña electoral, o una de las demoledoras viñetas de El Roto, la fotocopia de la portada del libro Stephane Hessel o, si cabe, el pañal de nuestros hijos...
Voto quimioterapéutico: voto con mensaje. Indignación con sentido.
7 comentarios:
Vale. Me quedo con la idea. Yo nunca voto, pero no quiero que nadie piense que estoy en la playa y que me desentiendo, porque ahora soy "más militante" que nunca. No podemos dejar esta mierda a nuestros hijos.
El domingo tacharé de la lista a la gentuza (la mayoría), dejaré a algún político que me parezca válido y depositaré en la urna mi célula envenenada.
Saludos.
Sabes que soy de los que piensa que hay que votar siempre: lo único que faltaba es que estos políticos nos quitasen hasta las ganas de ejercer nuestro soberano derecho a votar lo que nos dé la real gana. Pero el domingo hay miles de razones más para votar. Desde luego, la primera es porque no podemos dejar tirados a los miles de españoles que están acampando en las plazas de España en nuestro nombre (al menos en el mío) y por nuestro futuro. La segunda, porque la rabia y la indignación que sentimos, porque la humillación a la que somos sometidos, tienen que encontrar eco en las urnas. Los políticos tienen que saber que estamos hartos, y el voto es la mejor manera de hacerlo. Sólo que el voto del domingo tiene que transformarse en un garrote.
Saludos.
Me apunto a la idea. Me parece una buena oportunidad para manifestar lo "hartos" que estamos a estas altura.
Un saludo
Hola Manolo soy Raquel. Muchas gracias por preocuparte de que seamos conscientes de que algo está pasando, pero algo muy grave que nos afecta a todos, sobre todo a los más jóvenes. No podemos dejar el domingo escapar la oportunidad de reivindicarnos y luchar por lo que lucharon nuestros padres y abuelos. No podemos dejar que sigan manipulándonos de esa manera, no podemos aceptar ser lo que nuestros padres no quisieron y fueron: reprimidos políticos. UN SALUDO. Ojalá sigamos acampando hasta conseguir un verdadero sistema político elegido por nosotros.
Yo ya tengo preparado el garrote para el domingo, en solidaridad "con los miles de españoles que están acampando en las plazas de España en nuestro nombre (al menos en el mío)".
Saludos.
Pues yo estoy de acuerdo con casi todo lo que dices excepto que el domingo mi voto no va ser nulo, ni en blanco, sino que voy a votar al que en mi opinión se lo merece.
Creo que es imposible estar en desacuerdo en la mayoria de los postulados de los manifiestos de Democracia Real Ya, pero el domingo se elige, a quien queramos o no, van a llevar los mandos de Úbeda durante los cuatro proximos años. Y aguna lista mejor que otra hay, creo yo.
Por tanto el sábado ire a la concentración y el domingo a votar libremente.
Un saludo
Leido esto, creo que he votado correctamente y con el garrote en alto, gracias.
(es que voté por correo hace unos días)
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