Lo prometo, prometo que voy a intentar contenerme. Sé que después de haber leído lo leído en los periódicos de esta mañana va a resultar difícil, pero aún así les prometo que por lo menos lo voy a intentar y no voy a llamar hijo de puta a ningún político de la Junta de Andalucía. Estoy cabreado, indignado, triste, me siento estafado, engañado, y aún así voy a intentar contenerme. Lo prometo.
De hecho, para descargar un poco esta rabia antes de ir al grano quisiera comentar una cosa un tanto cómica. Ayer el Presidente del Gobierno anunció, dentro de su enésimo plan contra la crisis, que va a destinar ocho mil millones de euros para que los ayuntamientos españoles puedan realizar obras que amortigüen el impacto de la crisis. Cuando ayer me enteré de esto hice unos pequeños cálculos, que les cuento: dividiendo la cantidad prometida por el Gobierno entre los cuarenta y cuatro millones de españoles que echamos a perder este país, sale que cada ciudadano toca a 181,8 euros. Luego si el Gobierno va a darle a cada Ayuntamiento una cantidad según su población, al Ayuntamiento de Úbeda (con 34.500 habitantes), tendría que enviarle casi seis millones trescientos mil euros. Este cálculo es sencillo (por lo tanto no estará al alcance de mentes tan privilegiadas como las de nuestros políticos) y si hubiese voluntad de hacer eso, la semana que viene se estaría haciendo transferencias masivas a los ayuntamientos. Pero: primero) el gobierno no ha explicado como va a repartir el dinero, lo que significa que no tiene voluntad de repartirlo; segundo) el gobierno no ha explicado cuando va a transferir el dinero a los ayuntamientos, lo que significa que no tiene voluntad de transferirlo; y tercero) el gobierno no ha dejado claro que las comunidades autónomas no tendrán que ver nada con este dinero, lo que significa que al final tantos millones acabarán en las arcas de las comunidades a mayor honra y gloria de sus reyezuelos.
Ea, y ya que hemos hablado de lo gracioso, vayamos a lo trágico, que también tiene su aquél chistoso.
Según parece muchos municipios de la provincia de Jaén viven una situación dramática por la llegada masiva de inmigrantes. En Úbeda se está ya al límite: hay quinientas personas que dependen solo y exclusivamente de la caridad. El Albergue Municipal está desbordado, el Pabellón Municipal está desbordado, Cruz Roja está desbordada, Cáritas está desbordada, faltan colchones, mantas, estufas, comida… Hay gente durmiendo en la calle o en los cajeros, con un frío que pela, y Cáritas anuncia que carece ya de capacidad para ofrecer comidas más allá del fin de semana. Carmen Requena, la Concejal de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Úbeda, está dando ejemplo de honestidad, entrega y consecuencia con sus principios, es una mujer casi ejemplar pero está absolutamente desbordada.
Es necesario que toda la gente que lee esto en cualquier lugar de España o de Europa o de Hispanoamérica sepa esta realidad trágica: cientos de personas no tienen nada y aquí ya no hay manera de atenderlos. Ni la Concejal de Servicios Sociales ni las organizaciones humanitarias y católicas –sí, organizaciones católicas, esas mismas que tanto desprecia la escoria progre– disponen ya de medios para hacer frente al drama humano de estos cientos de personas desesperadas: la comida de que dispone Cáritas llega para el fin de semana, en que se prevé más frío y nieve.
Y en medio de este caos y de esta tragedia, los políticos y las políticas de la Junta hacen su aparición en escena.
Ellos y ellas, claro, no podían dejar de salir en esta foto. Y han salido. ¿Creen ustedes que la Junta de Andalucía está enviando a los ayuntamientos de la provincia de Jaén mantas, ropa de abrigo, comida, tiendas de campaña, colchones, calzado…? ¿Creen ustedes que la Junta de Andalucía ha celebrado un consejo de gobierno urgente y extraordinario para dotar una cantidad económica con que ayudar a los ayuntamientos y a las organizaciones humanitarias, para correr con los gastos que ayuntamientos y Cáritas y Cruz Roja soportan para atender con un mínimo de dignidad a los inmigrantes? ¿Piensan que han llamado a los alcaldes diciéndoles que gasten lo necesario que la Junta se hace cargo de las facturas? ¿Creen que la Junta ha habilitado su lujosísimo Palacio de San Telmo, en el que no paran de echarse millones, para que duerman los inmigrantes? No, nada de eso: la Junta de Andalucía, la misma que gasta miles de euros en coches de lujo para sus consejeros, ha hecho un llamamiento. Sí, un llamamiento solidario, tan progre: le pide a los ayuntamientos de Jaén que hagan un esfuerzo, por humanidad, para que nadie duerma en la calle. ¡Qué buenos son los políticos de la Junta! ¡Y qué solidarios! Y encima tienen la desfachatez de decir que están desbordados: ¿cómo puede desbordarse el que no está implicado?
O sea, que además de ser la administración más ineficaz, ineficiente, catastrófica, chapucera, inoperante y varciabarjas de Europa, ahora ha demostrado ser la que menos vergüenza tiene: ni conocen ni conocerán lo que es la decencia. Si yo fuese Alcalde en un Ayuntamiento de Jaén lo que haría sería coordinar con Cáritas, con las cofradías y con Cruz Roja un operativo de autobuses que llevase a todas estas criaturas al Palacio de San Telmo, para el que no faltan millones y calefacciones: a ver si así los progres, solidarios e izquierdosos dirigentes de la Junta se enteran de qué va el sufrimiento de las personas. ¡Qué pena! Si Pablo Iglesias levantara la cabeza y viera los ojos tristes de los inmigrantes y sus desesperanzas (¡cuánto dice en ese sentido la foto de Alberto que acompaña esta entrada!) y oyera a los dirigentes de la Junta de Andalucía se volvía a morir, o mejor a remorir: de asco y de vergüenza.
¿Ven? Me he podido contener y como estoy muy feliz de mi autocontención quiero terminar dedicándole a la Junta de Andalucía la frase de un filósofo de las verdades que se llamaba Fernando Fernán Gómez: “¡A la mierda, váyanse a la mierda!”
De hecho, para descargar un poco esta rabia antes de ir al grano quisiera comentar una cosa un tanto cómica. Ayer el Presidente del Gobierno anunció, dentro de su enésimo plan contra la crisis, que va a destinar ocho mil millones de euros para que los ayuntamientos españoles puedan realizar obras que amortigüen el impacto de la crisis. Cuando ayer me enteré de esto hice unos pequeños cálculos, que les cuento: dividiendo la cantidad prometida por el Gobierno entre los cuarenta y cuatro millones de españoles que echamos a perder este país, sale que cada ciudadano toca a 181,8 euros. Luego si el Gobierno va a darle a cada Ayuntamiento una cantidad según su población, al Ayuntamiento de Úbeda (con 34.500 habitantes), tendría que enviarle casi seis millones trescientos mil euros. Este cálculo es sencillo (por lo tanto no estará al alcance de mentes tan privilegiadas como las de nuestros políticos) y si hubiese voluntad de hacer eso, la semana que viene se estaría haciendo transferencias masivas a los ayuntamientos. Pero: primero) el gobierno no ha explicado como va a repartir el dinero, lo que significa que no tiene voluntad de repartirlo; segundo) el gobierno no ha explicado cuando va a transferir el dinero a los ayuntamientos, lo que significa que no tiene voluntad de transferirlo; y tercero) el gobierno no ha dejado claro que las comunidades autónomas no tendrán que ver nada con este dinero, lo que significa que al final tantos millones acabarán en las arcas de las comunidades a mayor honra y gloria de sus reyezuelos.
Ea, y ya que hemos hablado de lo gracioso, vayamos a lo trágico, que también tiene su aquél chistoso.
Según parece muchos municipios de la provincia de Jaén viven una situación dramática por la llegada masiva de inmigrantes. En Úbeda se está ya al límite: hay quinientas personas que dependen solo y exclusivamente de la caridad. El Albergue Municipal está desbordado, el Pabellón Municipal está desbordado, Cruz Roja está desbordada, Cáritas está desbordada, faltan colchones, mantas, estufas, comida… Hay gente durmiendo en la calle o en los cajeros, con un frío que pela, y Cáritas anuncia que carece ya de capacidad para ofrecer comidas más allá del fin de semana. Carmen Requena, la Concejal de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Úbeda, está dando ejemplo de honestidad, entrega y consecuencia con sus principios, es una mujer casi ejemplar pero está absolutamente desbordada.
Es necesario que toda la gente que lee esto en cualquier lugar de España o de Europa o de Hispanoamérica sepa esta realidad trágica: cientos de personas no tienen nada y aquí ya no hay manera de atenderlos. Ni la Concejal de Servicios Sociales ni las organizaciones humanitarias y católicas –sí, organizaciones católicas, esas mismas que tanto desprecia la escoria progre– disponen ya de medios para hacer frente al drama humano de estos cientos de personas desesperadas: la comida de que dispone Cáritas llega para el fin de semana, en que se prevé más frío y nieve.
Y en medio de este caos y de esta tragedia, los políticos y las políticas de la Junta hacen su aparición en escena.
Ellos y ellas, claro, no podían dejar de salir en esta foto. Y han salido. ¿Creen ustedes que la Junta de Andalucía está enviando a los ayuntamientos de la provincia de Jaén mantas, ropa de abrigo, comida, tiendas de campaña, colchones, calzado…? ¿Creen ustedes que la Junta de Andalucía ha celebrado un consejo de gobierno urgente y extraordinario para dotar una cantidad económica con que ayudar a los ayuntamientos y a las organizaciones humanitarias, para correr con los gastos que ayuntamientos y Cáritas y Cruz Roja soportan para atender con un mínimo de dignidad a los inmigrantes? ¿Piensan que han llamado a los alcaldes diciéndoles que gasten lo necesario que la Junta se hace cargo de las facturas? ¿Creen que la Junta ha habilitado su lujosísimo Palacio de San Telmo, en el que no paran de echarse millones, para que duerman los inmigrantes? No, nada de eso: la Junta de Andalucía, la misma que gasta miles de euros en coches de lujo para sus consejeros, ha hecho un llamamiento. Sí, un llamamiento solidario, tan progre: le pide a los ayuntamientos de Jaén que hagan un esfuerzo, por humanidad, para que nadie duerma en la calle. ¡Qué buenos son los políticos de la Junta! ¡Y qué solidarios! Y encima tienen la desfachatez de decir que están desbordados: ¿cómo puede desbordarse el que no está implicado?
O sea, que además de ser la administración más ineficaz, ineficiente, catastrófica, chapucera, inoperante y varciabarjas de Europa, ahora ha demostrado ser la que menos vergüenza tiene: ni conocen ni conocerán lo que es la decencia. Si yo fuese Alcalde en un Ayuntamiento de Jaén lo que haría sería coordinar con Cáritas, con las cofradías y con Cruz Roja un operativo de autobuses que llevase a todas estas criaturas al Palacio de San Telmo, para el que no faltan millones y calefacciones: a ver si así los progres, solidarios e izquierdosos dirigentes de la Junta se enteran de qué va el sufrimiento de las personas. ¡Qué pena! Si Pablo Iglesias levantara la cabeza y viera los ojos tristes de los inmigrantes y sus desesperanzas (¡cuánto dice en ese sentido la foto de Alberto que acompaña esta entrada!) y oyera a los dirigentes de la Junta de Andalucía se volvía a morir, o mejor a remorir: de asco y de vergüenza.
¿Ven? Me he podido contener y como estoy muy feliz de mi autocontención quiero terminar dedicándole a la Junta de Andalucía la frase de un filósofo de las verdades que se llamaba Fernando Fernán Gómez: “¡A la mierda, váyanse a la mierda!”
9 comentarios:
Meapilas, eres tonto del culo.
¿Tan ciego estás, anónimo ser, que no ves más allá del nombre del partido?
No creo que sea tonto del culo ni meapilas. Acúsale de facha ya que te pones ¿O tampoco cuadra? Por favor, mira un poco a tu alrededor.
Fdo. Anónimo (para que no todo sean insultos anónimos)
Olé Manolo, en esta tierra nuestra falta gente como tú con arrojo y que cante las verdades del barquero a ese atajo de malandrines y filibusteros. Si Pablo Iglesias levantara la cabeza de la tumba la revenderían como antiguaya a ver si sacaban algo. Yo no me resisto Manolo :¡Cuanto chorizo suelto joder!
Es triste, verdaderamente lamentable.
En esta noche lluviosa y fria muchos dormirán a la intemperie, en algún portal o en algún escalón.
Año tras año se repite la misma historia, sin que se hagan unas mínimas previsiones, al menos para evitar el frio y el hambre de estas personas, muchas de las cuales ni siquiera tendrán trabajo.
Me consta que en Cáritas se ofrece algo de comida, donde colaboran personas octogenerias...
Yo tampoco quiero enfadarme, al menos mas de lo que estoy, y espero que alguien, algún político de esos progres, como tu dices, al leer ese desgarrador y crudo artículo, junto con la lluvia de esta noche, se le ablande su sensibilidad y piense un poco en esa situación.
Y que algún anónimo ser o "criaturo" de este mundo, tenga sobre sus hombros algo mas que un melón podrido con ojos.
Es reconfortante comprobar al menos como alguien llama a las cosas por su nombre.
Francisco Javier
Parece vergonzosa la situación, y mientras Marcelino esta ... ausente..... anda que que criticaba a los fantasmas.
No creo que sea demasiado problema ponerse en contacto con la Academia de la Guardia Civil de Úbeda y pedirles 100 colchones y 100 mantas, dado que se supone que muy seguramente deben de tener. Parece que en cuanto el Marce le ve los curnos al toro, o echa a la Requena o al Clemente por delante, espero que a la hora de cobrar su sueldo de Alcalde... tambien los eche por delante. Prefiero un Alcalde que de la cara. Aunque este . ausente.......
Enhorabuena Manolo,
Directo al grano, deseo felicitarte por este artículo.
Son de agradecer todos los comentarios que han dejado los visitantes de este Camino: si a alguien le duele el sufrimiento de los semejantes y se aguanta las palabras de la indignación, se está mintiendo a sí mismo y yo me niego a eso. Pero sobre es de agradecer el comentario vertido en primer lugar, por alguien que, incomprensiblemente, no ha querido dejar su nombre: ese comentario dice, cito textualmente, “Meapilas, eres tonto del culo”. Aunque aquí nunca –o casi nunca– se responde a comentarios sin firma, hoy voy a hacer una excepción porque un comentario de tanta altura intelectual y tan fino análisis de la cruda realidad de cientos de seres humanos merece un comentario.
He estado todo el fin de semana releyendo ese comentario y, desconociendo la identidad de su autor pero consciente de su altura intelectual, me he hecho varios preguntas que se resumen en una sola: ¿quién puede escribir algo así?
Primero. Esto puede escribirlo alguien que sienta un odio profundo hacia los emigrantes, no por ser emigrantes sino por ser pobres, y a quien le sienta muy mal que se recuerde el sufrimiento de estas personas. Estaríamos en este caso ante un fascista.
Segundo. Esto puede escribirlo alguien que sea todo solidaridad y bondad, que se duele de la situación de estas personas pero que considera que es una bajeza decir en voz alta la poca implicación que la Junta de Andalucía tiene en este tema. Sería una persona que viene a decirse que sí, que hay que ver que lástima dan los emigrantes, pero que también dan lástima los políticos de la Junta, que hacen lo que pueden, que son supersolidarios y superimplicados y que está muy feo afearles sus llamamientos a la solidaridad: lo de los inmigrantes es una pena, pero antes hay que cerrar filas con el poder. Estaríamos en este caso ante un cínico.
Tercero. Ese comentario puede escribirlo alguien que, independientemente de que le duela o no la situación de los inmigrantes, considera que la Junta de Andalucía está plenamente volcada con este asunto, se ha puesto a la cabeza del movimiento de apoyo a los inmigrantes –lo que justifica sus llamados solidarios a los ayuntamientos– y por lo tanto es una bajeza decir lo contrario. Estaríamos en este caso ante un informado.
Como quiero suponer que el autor de ese comentario es un informado, y a fin de poder rectificar la supuesta injusticia que este comentario haya podido cometer contra la Junta de Andalucía, le pido que aporte en este Camino la información siguiente relacionada con la crisis humanitaria que viven los municipios de Jaén:
1º. Número de colchones y mantas o sacos de dormir aportados por la Junta de Andalucía.
2º. Número de kilos de legumbres, pan, leche, cereales, carne, pescado, latas de conserva, fiambres, fruta, verduras, galletas o cualquier otro tipo de alimento aportado por la Junta de Andalucía.
3º. Número de estufas, calefactores, termos de agua caliente, duchas portátiles y similares aportados por la Junta de Andalucía.
4º. Número de prendas de ropa de abrigo y calzado adecuado aportado por la Junta de Andalucía.
4º. En defecto de todo lo anterior, cuantía a la que asciende el compromiso económico de urgencia adquirido por la Junta de Andalucía con los ayuntamientos implicados para que estos puedan hacer frente al drama humano de los inmigrantes.
5º. En defecto de todo lo anterior, otras medidas adoptadas por la Junta de Andalucía para impedir que haya gente durmiendo en la calle mientras los termómetros bajan de cero cada noche, incluyendo manifiestos solidarios, llamamientos a la justicia social y pasquines revolucionarios.
Le prometo al perspicaz anónimo primero que en cuanto aporte esa documentación se rectificará todo lo que haya que rectificar en este camino. Palabra de meapilas.
Amigo Manolo, ánimo y no hagas caso de los que se esconden -la cobardía también es una opción- para insultar y mostrar su desacuerdo con lo que dices. Yo quiero expresar mi concordancia contigo en este tema y quiero recordar que también Labordeta mandó a la mierda a sus señorías en el mismísimo hemiciclo de la Carrera de San Jerónimo. Pero aquí, como allí, ya ves, poco compromiso y mucha maniobra de distracción; ahora cargan las tintas de la prensa "oficial" con la intención de Chávez (el de Venezuela) -el gorila rojo, como algunos le llaman- que quiere eliminar el límite constitucional de convocatorias electorales. Han puesto el grito en el cielo, pero ¿acaso tenemos ese límite en España? ¿Cuántos mandatos lleva Chaves -el de Andalucía-? ¿Cuántos estuvo Felipe? ¿Cuántos estuvo Fraga? Si algunos van a durar más que Franco... Reitero mi mensaje de ánimo y te envío un abrazo.
Querido Diego, a mí esos comentarios no me preocupan: me divierten. Ya ves que se le ha dado la oportunidad de seguir manteniendo su anonimato y dar datos que demuestren que la Junta se implica con el sufrimientro de los emigrantes más allá de la palabrería, y ni así se atreve a dar la cara.
Lo que dices de la limitación de mandatos es interesante: a mí me parece que es un mecanismo de salud democrática. En Estados Unidos no se puede estar más de dos mandatos seguidos en el poder. Y además, y esto también sería bueno copiarlo aquí, el que pierde unas elecciones desaparece de la escena pública. Esos dos mecanismos permiten la regeneración de la clase política y evitan la endogamia, tan peligrosa para la democracia, que estamos padeciendo en España en general y en Andalucía en particular. Con políticos y castas políticas que se perpetúan en el poder la democracia se momifica y hoy todo suena a antiguo, a rancio. No hay mecanismos para abrir las ventanas y hacer que entre aire fresco, y eso es vital para que la democracia no se marchite. Pero en esto también falta músculo cívico en España.
Saludos.
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