lunes, 24 de noviembre de 2008

MÍNIMAS POLÍTICAS (I)



I. En la política no hay amigos, todos son enemigos. Por eso no hay lealtades, sólo traiciones, y cuanto mayor sea la capacidad de traicionar mayor será el grado de poder que se puede alcanzar.

II. La cara de un político no significa nada. Siempre encontrará palabras para justificar los cambios de colores que se produzcan en su piel. Un político es siempre un camaleón. Pero un camaleón que habla para convencer de las virtudes de la adaptación. La única diferencia real entre un camaleón y un político es que éste intenta convencer a la mosca de la bondad de ser devorada.

III. En política, el mantenimiento de convicciones éticas se acaba pagando. Cuanto mayor sea el peso que la ética tiene en el comportamiento y en la práctica políticas, menor será el margen de maniobra de un político y menor su capacidad de llegar a los votantes. La gente quiere truhanes en los gobiernos para luego hablar mal de ellos en los cafés. Al fin y al cabo la gente se parece mucho a los jerarcas de la casta política.

5 comentarios:

catetochil dijo...

“Es preciso tener coraje para osar desvelar los caminos del futuro. Es fácil adoptar nuevas apariencias, nuevas ropas, nuevos artificios; pero es preciso tener coraje para creer en cosas verdaderamente nuevas, en ideales que iluminen las mentes y que inflamen los corazones....

http://catetochil.blogspot.com/2008/11/coraje-para-soar-mas-alto.html

Manuel Madrid Delgado dijo...

Es cierto: lo fácil es adoptar "nuevas apariencias, nuevas ropas, nuevos artificios". Lo difícil es ahondar en nuestra condición de personas y en nuestros compromisos. Y si se es político, mucho más fácil lo uno y mucho más difícil lo otro.
Saludos.

catetochil dijo...

Acaso Manuel, no son cada uno de nuestros actos/elecciones una gestión política.
Acaso no son los representantes políticos un reflejo del rostro social.
Acaso nos queda otra opción, en este teatro democrático, que la regeneración por la siembra de la épica acción/elección personal en lo cotidiano.

Tu blog me parece una buena acción/elección, gracias...

miguel sznajderman, jazzmen dijo...

Manuel: Te has investido del ropaje de la incorrección política. Cruel verdad al afirmar que el pueblo se asemeja a sus representados y vota corruptos, por la venal simpatía hacia ellos ("yo en su lugar haría lo mismo, pero como no estoy ahí me indigno"). No pienses que lo que describís es una sabrosa exclusividad española. Aqui en las Americas no le vamos muy a la zaga.
un abrazo

Manuel Madrid Delgado dijo...

Interesantes reflexiones en los dos últimos comentarios.
Es cierto, catetochil, lo que apuntas: nuestros actos y elecciones implican en sí mismos un acto político, porque como dijo Aristóteles el hombre es un "animal político". En la medida en que lo que hacemos o no hacemos repercute en los demás estamos tomando o dejando de tomar decisiones políticas. Y como dices los políticos son un reflejo de la base social. A mí este me parece un tema muy interesante: la "elite" política o social es algo íntimamente relacionado con la base social, porque una sociedad con una conciencia cívica viva favorecerá la renovación de las elites desde parámetros de exigencia. Al revés, ya vemos y padecemos el resultado. Y por último te refieres al teatro democrático, y es algo interesantísimo que sobrepasa con mucho el espacio de estos comentarios: en Atenas nacen el teatro y la democracia, y eso no es gratuito. Ahora, nuestras democracias se desarrollan con actores de tercera fila, y por eso en cuanto surge un actor de primerísima categoría como Obama el panorama democrático se revoluciona. Otro tema para pensar largamente, sin duda.
Jazzmen, en estos tiempos que corren decir lo que uno piensa ya es políticamente incorrecto. Lo que se lleva es el adocenamiento con lo dictado por los "progres" por un lado o por los neocons por el otro. El criterio propio está de más en esta sociedad. Y supongo que en las Américas los españoles, además de dejar en herencia esta lengua hermosa y catedrales y universidades, dejamos todas estas perversiones caciquiles y grotescas de la "madre patria". Ojalá un día surgiese un impulso hispano que nos permitiera, a los "españoles de ambos lados del Atlántico" crear un espacio realmente civil, honesto y en el que se valorase la inteligencia. Un abrazo, compatriota de Argentina.