miércoles, 2 de julio de 2008

TODOS CON SANTA MARÍA



Definitivamente la mala suerte existe y se ha cebado con la antigua Colegiata de Santa María de Úbeda. Lleva 25 años padeciendo la mala suerte.

En 25 años Santa María ha tenido la mala suerte de que las competencias de cultura pasaran de la Administración Central a la Junta de Andalucía, que reiteradamente ha demostrado ser la más incompetente de las administraciones públicas que pululan por España.

En 25 años Santa María ha tenido la mala suerte de que la Consejería de Cultura de la Junta, con la clarividencia que la caracteriza, le encargara las obras del templo al arquitecto Isicio Ruiz de Albusac y a Enrique Venegas.

En 25 años Santa María ha tenido la mala suerte de que Ruiz de Albusac destruyese sistemática el templo: destruyó las bóvedas del siglo XVIII, destruyó rejas, lápidas sepulcrales, escudos episcopales, pilas bautismales, retablos.

En 25 años Santa María ha tenido la mala suerte de que Enrique Venegas salvara su estructura pero destruyese su alma, su espíritu: quitó el blanco que hizo que sus paredes resplandecieran de luz durante setecientos cincuenta años, se inventó un artesonado patatero y de saldo que nada tiene que ver con el desmontado trescientos años antes, llenó las capillas de baldosas de saldo y mármoles de colorines que le dan al templo un aspecto de gigantesco cuarto de baño.

En 25 años Santa María ha tenido la mala suerte de que en un era en que se aventura la llegada del hombre a Marte y se puede llegar al corazón de los hombres a través de minúsculos dispositivos electrónicos, no sea posible que su claustro vuelva a gozar del frescor de los cipreses y de la hierba.

En 25 años Santa María ha tenido la mala suerte de ser destruida y reiventada ante la mirada impasible de cientos de ubetenses, sin que nadie, absolutamente nadie, tuviera el coraje de andar unos cuantos metros y presentar en el juzgado de guardia una denuncia contra los consejeros de Cultura que han bendecido una y otra vez la barbarie contra el patrimonio cultural, histórico y artístico de los ubetenses; contra los arquitectos que destruyeron su historia y que nos dejarán –cuando se habrá la iglesia no sabemos cuándo– un templo que absolutamente nada tiene que ver con el de 1983; contra los alcaldes y los concejales que han dado las licencias de obra para que se perpetrasen las barbaridades que en Santa María se han cometido; contra todos y cada uno de los que hemos callado, cómplices, durante 25 años.

En 25 años Santa María ha tenido la mala suerte de que no vinieran los americanos y la desmontasen para llevársela a los Estados Unidos, la mala suerte de ser patrimonio de la ciudad más indolente de la región más atrasada e insolvente de Europa.

Ahora que se cumplen 25 años nos reunimos para celebrar lo que nunca deberíamos haber dado lugar a celebrar. El próximo sábado, a las 9 de la noche, nos reuniremos en la Puerta de la Consolada, para encender 25 velas por Santa María. 25 velas cada uno de nosotros por cada uno de estos años de vergüenza y silencio. Yo, con mis 25 velas, pediré:

* Que se blanqueen las paredes del templo y las de las capillas y se planten el ciprés y las enredaderas del claustro.

* Que se retiren los mármoles de las capillas y las vidrieras de todo a cien de los ventanales de la iglesia.

* Que la Junta de Andalucía, que tanto ha contribuido en la destrucción del patrimonio mueble de la Santa María, contribuya ahora, como va a hacer con el Camarín de Jesús en Jaén, en la recuperación de ese patrimonio y en su restauración cuando sea posible, como el baldaquino de Jesús Nazareno.

* Que nunca más se nos anuncie en días de elecciones el tiempo que queda para que se abra Santa María y que se inicien las obras de una puta vez para que no sigan muriéndose más ubetenses sin ver abierta Santa María.

* Que el día, lejano día, en que por fin se abra el Obispado no consienta que los políticos que han destruido la iglesia puedan hacerse fotos sonrientes en su interior: o sea, que no haya una dichosa inauguración de Santa María, sino una misa de réquiem por todo lo perdido, por tanta historia dilapidada, por tantos ubetenses como se fueron sin poder pasear por el claustro fresco y lleno de pájaros de Santa María.

* Que todos los que no acudan el sábado a encender velas no puedan nunca quejarse de los años que Santa María lleva cerrada y sean considerados cómplices de la Junta de Andalucía, del Ayuntamiento de Úbeda, de Isicio Ruiz de Albusac y de Enrique Venegas.

SÁBADO 5 DE JULIO. 9 DE LA NOCHE.
PUERTA DE LA CONSOLADA.
ENCIENCE 25 VELAS POR SANTA MARÍA.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Querido Manolo: yo no podré acudir al acto porque voy al concierto de Bob Dylan en Jaén, ya que tengo las entradas compradas desde hace tiempo. No obstante, desde aquí apoyo y me adhiero al acto.Ya les he pedido a mis padres que acudan en mi nombre y he enviado la convocatoria por e-mail para que nadie falte.
Espero que sea un gran éxito.
Un abrazo

Jose Manuel Almansa dijo...

Enhorabuena por este texto, sin duda, refleja estupendamente el sentimiento que muchos sentimos por la iglesia de Santa María

Unknown dijo...

Amigo Manuel, cáda vez que entro a Santa María me corroen todos esos sentimientos que tan correctamente expones. Espero, que esos deseos que compartimos se hagan realidad algún día. Enhorabuena.

Anónimo dijo...

He ido muchos años a la iglesia de Santa María con intención de enseñársela a familiares y amigos. Siempre me la he encontrado con las puertas cerradas. Desde nuestro FORO apoyamos esta estupenda iniciativa. Ánimo