En apenas tres días hemos asistido a una representación en tres actos de la esperpéntica situación de la Justicia en España. Por un lado, el Tribunal Supremo casi se ha reído de los doscientos muertos de aquella mañana aciaga de marzo. Por otro, en la Audiencia de Pamplona la madre de uno de los guardias civiles asesinados por “El Solitario” no pudo resistir su rabia –que es nuestra rabia– y se abalanzó sobre el criminal para golpearlo: supongo que, sabiamente, no confía en el Código Penal y piensa que un puñetazo suyo sobre la cara del asesino de su hijo será infinitamente más justo que la mísera pena de cárcel que finalmente cumplirá. Y el tercer acto de esta obra propia de Valle Inclán ha vuelto a representarlo de Juana Chaos con su huelga de hambre. Tal vez sea el papel jugado por el etarra el que mejor pone de manifiesto que el Código Penal protege antes a los criminales que a las víctimas.
Alguna vez lo hemos dicho ya, pero no está mal repetirlo: el artículo 25.2 de la Constitución supone una burla del principio de justicia, pues priva a las víctimas del derecho a que se les repare el daño causado. Expresamente establece la Constitución que “las penas privativas de libertad y las medidas de seguridad estarán orientadas hacia la reeducación y la reinserción social”, y es eso lo que es una barbaridad. Porque no es justo –no es moralmente justo aunque sea legalmente justo– que de Juana Chaos haya pasado sólo dieciocho años en la cárcel después de haber asesinado a veinticinco personas: cada muerto le ha salido por la módica cantidad de 262 días de cárcel. Claro, al criminal se le impuso una pena no para hacer justicia a los muertos –para “vengar” desde el sereno ejercicio de la autoridad democrática a los asesinados– sino para orientarlo hacia la reeducación y la reinserción social.
Ahora parece que ya está reeducado y reinsertado, pese a que ha celebrado con cava y langostinos los asesinatos que sus compañeros de lucha vil han realizado mientras él estaba en la cárcel. El caso es que está tan reeducado y se siente tan honorablemente reinsertado, que denuncia –poniéndose en huelga de hambre: a ver si es la definitiva– el “acoso” al que se ve sometido en vísperas de salir a la calle, libre y feliz. Este acoso consiste en que a algunos les ha dado, en un ataque de rabia y perplejidad, por cantar las verdades del barquero en este país de cantamañanas.
Y la verdad es que de Juana tiene un piso por el que Irati Aranzabal –la mala bestia capaz de dormir con él– puede pagar mensualmente ¡2.000 euros de hipoteca!, cuando hay familias honradas que no llegan a fin de mes. Y la verdad es decir que hay que investigar de dónde sacan las asociaciones de presos de ETA el dinero para pagar sueldos fastuosos, como el de esta mujer: hay que investigar y cerrar el grifo. Y la verdad es decir que es una indignidad que el asesino pueda vivir tranquilamente –repugnantemente– en la misma calle en la que viven las familias de cinco asesinados por ETA. Y la verdad es decir que no, que no nos importa que se muera de hambre si eso es lo que quiere, que no somos tan hipócritas como aquellos que dicen que todas las vidas humanas valen lo mismo y se lamentan de cualquier muerto. La verdad es decir que la vida de este asesino no vale nada y que nosotros no somos quienes para quitársela –allá se las apañe Dios con su conciencia por mantener con vida a “personas” como ésta– pero que tampoco somos nadie para dolernos si quiere quitársela a base de huelgas de hambre: si quiere huelga, démosle dos tazas de hambre. Y la verdad es decir que las vidas que apagó Iñaki de Juana Chaos tardaron nueve meses en gestarse en los vientres de sus madres, que es el mismo tiempo que el criminal ha pasado en la cárcel por cada uno de ellos: tan fácil es asesinar en España, tan barato sale, tan poco importa aquí una vida. Y la verdad es decir que no podemos seguir quejándonos de la inmoralidad que supone ver a los asesinos afrentar con su presencia y su chulería a las víctimas, en las puertas de sus casas, si no urgimos un cambio de la Constitución, para que las penas que se impongan contra los delitos de sangre –o a los violadores, o a los pederastas– no se destinen a la reinserción o a la reeducación del criminal sino a la reparación ética de los que ya nunca más podrán ver el cielo azul de julio, ese bajo el que Iñaki de Juana segó doce vidas en la Plaza de la República Dominicana de Madrid. Porque o la Constitución asume como propia una teoría de la justicia que repare y consuele a las víctimas y “vengue” el crimen contra ellas cometido, o estará abriendo el camino a los extremismos que prometen venganza cruda y sin respeto a los derechos humanos.
Yo no sé si esto es acoso a de Juana Chaos. Si lo es, me alegro de acosarlo y empujarlo a la huelga de hambre: si estas palabras sirven para aliviar el dolor de los muertos y para extender, si quiera un poquito, el espacio de la muerte en el cuerpo criminal de Iñaki de Juana, serán las mejores palabras que nunca haya escrito.
(Publicado en Diario IDEAL el 20 de julio de 2008, edición de Jaén, y el 21 de julio de 2008, edición de Granada)
Alguna vez lo hemos dicho ya, pero no está mal repetirlo: el artículo 25.2 de la Constitución supone una burla del principio de justicia, pues priva a las víctimas del derecho a que se les repare el daño causado. Expresamente establece la Constitución que “las penas privativas de libertad y las medidas de seguridad estarán orientadas hacia la reeducación y la reinserción social”, y es eso lo que es una barbaridad. Porque no es justo –no es moralmente justo aunque sea legalmente justo– que de Juana Chaos haya pasado sólo dieciocho años en la cárcel después de haber asesinado a veinticinco personas: cada muerto le ha salido por la módica cantidad de 262 días de cárcel. Claro, al criminal se le impuso una pena no para hacer justicia a los muertos –para “vengar” desde el sereno ejercicio de la autoridad democrática a los asesinados– sino para orientarlo hacia la reeducación y la reinserción social.
Ahora parece que ya está reeducado y reinsertado, pese a que ha celebrado con cava y langostinos los asesinatos que sus compañeros de lucha vil han realizado mientras él estaba en la cárcel. El caso es que está tan reeducado y se siente tan honorablemente reinsertado, que denuncia –poniéndose en huelga de hambre: a ver si es la definitiva– el “acoso” al que se ve sometido en vísperas de salir a la calle, libre y feliz. Este acoso consiste en que a algunos les ha dado, en un ataque de rabia y perplejidad, por cantar las verdades del barquero en este país de cantamañanas.
Y la verdad es que de Juana tiene un piso por el que Irati Aranzabal –la mala bestia capaz de dormir con él– puede pagar mensualmente ¡2.000 euros de hipoteca!, cuando hay familias honradas que no llegan a fin de mes. Y la verdad es decir que hay que investigar de dónde sacan las asociaciones de presos de ETA el dinero para pagar sueldos fastuosos, como el de esta mujer: hay que investigar y cerrar el grifo. Y la verdad es decir que es una indignidad que el asesino pueda vivir tranquilamente –repugnantemente– en la misma calle en la que viven las familias de cinco asesinados por ETA. Y la verdad es decir que no, que no nos importa que se muera de hambre si eso es lo que quiere, que no somos tan hipócritas como aquellos que dicen que todas las vidas humanas valen lo mismo y se lamentan de cualquier muerto. La verdad es decir que la vida de este asesino no vale nada y que nosotros no somos quienes para quitársela –allá se las apañe Dios con su conciencia por mantener con vida a “personas” como ésta– pero que tampoco somos nadie para dolernos si quiere quitársela a base de huelgas de hambre: si quiere huelga, démosle dos tazas de hambre. Y la verdad es decir que las vidas que apagó Iñaki de Juana Chaos tardaron nueve meses en gestarse en los vientres de sus madres, que es el mismo tiempo que el criminal ha pasado en la cárcel por cada uno de ellos: tan fácil es asesinar en España, tan barato sale, tan poco importa aquí una vida. Y la verdad es decir que no podemos seguir quejándonos de la inmoralidad que supone ver a los asesinos afrentar con su presencia y su chulería a las víctimas, en las puertas de sus casas, si no urgimos un cambio de la Constitución, para que las penas que se impongan contra los delitos de sangre –o a los violadores, o a los pederastas– no se destinen a la reinserción o a la reeducación del criminal sino a la reparación ética de los que ya nunca más podrán ver el cielo azul de julio, ese bajo el que Iñaki de Juana segó doce vidas en la Plaza de la República Dominicana de Madrid. Porque o la Constitución asume como propia una teoría de la justicia que repare y consuele a las víctimas y “vengue” el crimen contra ellas cometido, o estará abriendo el camino a los extremismos que prometen venganza cruda y sin respeto a los derechos humanos.
Yo no sé si esto es acoso a de Juana Chaos. Si lo es, me alegro de acosarlo y empujarlo a la huelga de hambre: si estas palabras sirven para aliviar el dolor de los muertos y para extender, si quiera un poquito, el espacio de la muerte en el cuerpo criminal de Iñaki de Juana, serán las mejores palabras que nunca haya escrito.
(Publicado en Diario IDEAL el 20 de julio de 2008, edición de Jaén, y el 21 de julio de 2008, edición de Granada)
2 comentarios:
Enhorabuena sr. Madrid: qué artículo tan valiente! Deberían aprender de su artículo algunos que siempre están callados cuando se trata de asesinos separatistas. Es una vergúenza que en España no todos los politicos y los intelectuales hablen como usted lo hace. Parece que si el asesino es un hombre normal hay que ir a por el hasta machacarlo, lo cual está muy bien. Pero si el asesino es un separatista: amigo mio! Con la ETA y los intelectuales hemos topado! Y entonces todo son justificacaiones y comprensiones... qué verguenza!!! Hacen falta muchos artículos como el suyo sr. Madrid: es usted un valiente, y está cargado de razón, y dice las verdades del barquero. Un abrazo. CARLOS E. Granada
Más sobre la Justicia...
A BALTASAR GARZÓN o JOSÉ LUIS ALBIÑANA OLMOS,
HEREDEROS DE FRANCO.
Rafael del Barco Carreras
Los muertos del Franquismo. Muertos los culpables, a buenas horas… viviendo tantos de otros oscuros silencios. Repitiendo lo escrito cuando la Ley de la Memoria Histórica, ¿para qué ir tan lejos?... JUECES, jueces…profesionales con un protagonismo, Poder, y por tanto ARBITRARIEDAD, impensable en los países OCCIDENTALES, DEMOCRÁTICOS Y DE NUESTRO ENTORNO, donde en todos el JURADO PURO O MIXTO les condiciona. Y el PODER CORROMPE, aunque solo sea intelectualmente.
Va de muertos con Franco. Mi padre se escapó por pelos, un aviso, de acabar en la Rabasada, por dueño de un pequeño puesto en una plaza del Barrio de Gracia. Un “escamot de milicianos” consideró que era de Derechas. ¡De siempre le importó un rábano la Política!, y formaba parte del Casals Republicá de Nuestra Señora del Coll, Barcelona. Se alistó en el Ejército de la República para zafarse, y antes de pasar a Francia, salido de la formación, por las montañas hasta que le avaló mi tío Federico, capitán castrense de Franco, y durante años Ecónomo del Pilar. Y nací en Manresa. Me lo contaba mi madre, él jamás habló sobre ello. La vida les fue dura. Las fábricas y obras de los 40, 50 y 60 no eran cómodas. Y en él, un su vejez, mi prisión colmó su baso.
Y sobre aquella MODELO, 1980, un recuerdo al Juez Garzón, y a todos los jueces, aunque “pasen olímpicamente”. O sobre la arbitrariedad judicial que envió a ella a tanto inocente, o culpables, con más o menos defensa, pero que no la tuvieron por el torticero SISTEMA JUDICIAL, demostrado por las sentencias en el TRIBUNAL DE DERECHOS HUMANOS DE ESTRASBURGO o LA PROPIA ONU por la carencia de la SEGUNDA INSTANCIA, y que cualquier Presidente de Sala o Audiencia manejaba ¿o maneja? la Justicia a lo sátrapa o rey de la Taifa, como en mi caso. ¡Una tontería lo de SALA CONTAMINADA en el Caso Consorcio! Eso no era CONTAMINACIÓN era PURA PREVARICACIÓN. Yo ni por asomo tuve un juicio y recursos JUSTOS, ver www.lagrancorrupción.com
Para recordarla que hable con su “ex colega” o “amigo-enemigo” GÓMEZ DE LIAÑO, primer Juez de Vigilancia Penitenciaria en Barcelona, y se esclarezcan muertes que HAN REMUERTO en las estanterías de los juzgados y fiscalía, y que no han prescrito, los autores siguen vivos, y ninguna Ley condiciona… con la curiosidad del descuadre en el número de internos entre recuentos y contabilidad que viví de “machaca esclavo” en ECONOMATOS Y SUMINISTROS, aunque era el real contable, lo que funcionarios actuales aun certificarían. ¡Alguna fosa común puede hallarse cuando desmonten ese tétrico edificio… y quizá de mucho después de Franco! ¡Demasiadas fugas por los últimos 70 y 80! En la de los 40 por la enfermería, después de uno de los duros motines, los números y nombres de fugados varían según quien lo cuenta… ¿y los desaparecidos estilo Nani?…torturas en el “hábilmente interrogado”… él mismo archivó unos huesos hasta que le convino…
JUECES…jueces… no me cansaré de repetirlo, pues mi vida hubiera sido muy otra… ¿para cuándo su control real? convertidos en funcionarios, técnicos en leyes, que arbitren en un JURADO TOTAL, o juzguen con control de no profesionales en JURADO MIXTO. Hace siglos que las democracias descubrieron que la JUSTICIA era algo muy serio, importante y peligroso para dejarlo en manos de estrictamente PROFESIONALES con la correspondiente lacra del amiguismo, corporativismo y endogamia, caldo de cultivo para la Corrupción. Parece que LA DICTADURA, EL ABSOLUTISMO, NEPOTISMO o DESPOTISMO, ILUSTRADO no quiera abandonar su último reducto, ESPAÑA. ¿Cuántas estrellas o millonarios se crearán? Y en lo de ILUSTRADO no me refiero al Juez de Vigilancia José Luís Albiñana Olmos, que soltó al violador, Pedro Jiménez, el de las policías de Hospitalet, a la pareja de desalmados que en Nou Barris violaron una chica matando a su novio, o simplemente concedió un discutible Tercer Grado a Javier de la Rosa, por arrepentimiento, al tiempo que no recibía (estaba de viaje) a mi mujer y mi abogado para reclamarle mi libertad, ¡salí una semana después de mi cumplimiento TOTAL! Y le ascienden a Magistrado de Sala, y antes fue primer Presidente socialista de la iniciada Generalitat Valenciana, y a Juez por Abogado de Reconocido Prestigio.
Publicar un comentario