domingo, 4 de octubre de 2009

Personajes de Feria. EL MÚSICO





“¡¡¡Múuuuuuuuuuuuuuuusica perrones!!!”. He ahí el invariable grito que cada tarde de toros se puede escuchar en el Coso de San Nicasio, donde, como todos sabemos, la gente va a oír pasodobles y ver como el toro se va desorejado al patio de caballos. Y se pide música aunque lo que pase en el ruedo sea más aburrido que un debate de los diputados: eso, en realidad, no importa, porque de lo que se trata es de que los músicos le den a los mofletes y soplen en las trompetas y las flautas. Ocasiones ha habido en que la música se ha pedido con bastante menos educación y la banda, dirigida por ese músico genial y hombre de temperamento que es Manolo Herrera, se ha metido los instrumentos debajo del brazo y no ha tocado por más que en ruedo se bordase el toreo. Pero aquello, cierto es, eran otros tiempos.

Ahora los músicos llevan una vida más relajada, digámoslo así. Aunque su programa de Feria sigue siendo apretado –cabalgata, toros, concierto en el Hospital de Santiago– no tiene nada que ver con aquellos tiempos en los que no había día de Feria en que no sonasen los pitos de la banda: que si dianas floreadas y madrugadoras, conciertos y verbenas, toros y gigantes... A todas horas y todos los días, músicos para arriba y para abajo, con el trombón a cuestas y el bombo a la espalda. Y pese a todo, todavía tienen que pasar por el calvario del aficionado a los pasodobles que en lugar de comprarse un cd grabado por la banda de Madrid, que además es más barato que la entrada a la corrida, se va a la plaza a gritar “¡¡¡Múuuuuuuuuuuuuuuusica perrones!!!”.

Para el músico la Feria es un suplicio, un calvario, una semana de pasión o, más exactamente, de penitencia: uno de los grandes misterios de la Feria es saber cuánto gasta en zapatos en músico. Pero más grande misterio es saber cuánta gente en realidad presta atención a su trabajo, a su esfuerzo. Soplan en las boquillas del oboe o la trompa, estremecen los platillos y el cuero del tambor y nadie les hace caso. Es como si la banda fuese un relleno necesario y nada más. Y sin embargo todavía conservan los músicos una labor, al menos una, que resulta fundamental: ahora que ya no hay cohetes ni suena la campana del reloj, son los músicos los que la tarde del 28 de septiembre anuncian que estamos en Feria. Y eso no es mérito menor.

(Publicado en Diario IDEAL el día 3 de octubre de 2009)

2 comentarios:

Ubetense dijo...

Lo que es vergonzoso es la actitud de algunos miembros de la banda en la corrida del día de San Francisco.
Cuando sonaba el "radiocassette" en el tendido de sol con un pasodoble, se levantaban dos miembros a insultarles y hacer "peinetas" con las manos.
Eso lo tengo grabado con el video del móvil, ya que se repitió en varias ocasiones.
Cuando me encuentre al Director de la banda aquel día (Alberto) le diré lo que pienso al respecto.
VERGONZOSO.

Anónimo dijo...

ola!
En primer lugar, decirle a usted que esconderse bajo seudonimos, es de cobardes.
en segundo lugar, mi nombre es Sinesio, componente de la A.M.U. y fuí uno de los musicos que hicieron tales gestos.
las razones por las que hicimos o dejamos de hacer esos gestos es por que ade+ de musicos somos personas, y nos merecemos un respeto.
con respecto a los videos que ud. alardea tener, le dire, que si no era reportero autorizado en la plaza aquella tarde, le queda prohibido grabar dentro del coso, y aun mas le digo, ud. no esta autorizado por mi para grabarme sin mi permiso. lo cual si ud. difundiera esas imagenes o yegara a mis oidos quien es ud. podriamos vernos las caras en otro sitio. ¿¿comprendido??