martes, 27 de enero de 2009

MÍNIMAS POLÍTICAS (X)



XXVIII. Serie “Lecciones del pasado”. Capítulo IV: Los ingenuos tienen esperanza. El “no nos falles” no fue, en última instancia, un grito de esperanza: es el cansancio que sale por la boca. Y que se pronuncia sabiendo que volverán a fallarnos. No hay que engañarse más: la política actual sólo se sustenta fallándole a la gente para no fallarle a los poderes económicos.

XXIX. Serie “Lecciones del pasado”. Capítulo V: A vueltas con el 11-M. Los lectores del ABC, de La Razón y de El Mundo aún creen que la culpa de que perdieran las elecciones es de los lectores de El País. Pero se equivocan: la culpa la tuvieron los que a toda costa quisieron que en los periódicos del 14 de marzo los nombres de los asesinos se leyeran en vasco en lugar de en árabe.

XXX. En el fondo, el único error que se comete para perder unas elecciones tras un atentado es hablar del atentado. Eso mete lágrimas en los sobres y uno se la juega con las lágrimas. Tras un atentado hay que ir a lo seguro, no se puede confiar en el azar y como lo único que importa es el poder, hay que mirar a los ojos de las clases medias y hablarles de su bolsillo: en la cartera sólo hay sitio para las tarjetas de crédito; los muertos no caben en un bolsillo. Y cuando lo que está en juego es el bolsillo, no pueden entrar los muertos en una papeleta.

No hay comentarios: