miércoles, 2 de abril de 2008

LOS BÁRBAROS Y EL PASADO SEGÚN BARICCO


En Los bárbaros. Ensayo sobre la mutación, de Alessandro Baricco, editado por Anagrama, hay algunas reflexiones interesantísimas sobre la importancia del pasado como amarre de la civilización y sobre cómo los nuevos bárbaros pretenden destruir ese pasado: para que nada pueda ser al carecer de cimientos. De hecho, todo el ensayo es una penetrante obra, lúcida, afilada, incisiva y muy fácil de leer, que te hace pensar y no te puede dejar indiferente, porque estamos entregrando nuestro mudo (nuestra civilización: los logros de nuestra civilización) a los bárbaros. Pero los bárbaros no son las tribus salvajes que aguardan en las fronteras del imperio, como sucedió en los tiempos últimos de Roma: los bárbaros viven entre nosotros y han sido embrutecidos por un sistema en el que sólo lo fatuo, lo volátil, lo insustancial, lo "divertido", lo pueril, tiene sentido y es valorado. Por eso, Baricco puede considerar que la Novena de Beethoven es "uno de los baluartes más altos y sólidos de esa ciudadela que está a punto de ser asaltada por los bárbaros. Esa música se ha convertido en bandera, himno, fortificación suprema." ¿Qué está a punto de ser asaltada? ¡La ciudadela ya ha sido asaltada! Lo es cada vez que alguien reclama para sí un supuesto derecho a ser considerado tan músico como Beethoven o tan pintor como Velázquez. Lo es cada vez que se emite un programa de televisión o en cada página que se imprime para las revistas del corazón. Lo es cuando se mira el pasado con desprecio (en Santa María destruída tenemos un ejemplo de cómo tratan los nuevos bárbaros el pasado) y cuando se lo destruye porque estorba: nos dice el escritor italiano que los capiteles de las ruinas romanas están siendo utilizados para construir barbacoas en los jardines de los bárbaros. La ciudadela está asaltada. ¿Definitivamente?

Este es un libro que hará pensar mucho. Ahora dejo algunas citas sobre el pasado y el odio que le profesan los nuevos bárbaros.

"La cultura del pasado representa el lugar de nuestras raíces y, por tanto, es el lugar del sentido por antonomasia. (...) Para acceder a todo ello es necesario hacer un gran esfuerzo, remontar la corriente del tiempo y adueñarse de las lenguas en las que, ahí, el sentido se encuentra referido."(Pág. 168)

"El pasado es uno de los lugares privilegiados del sentido: hay que comprender que nunca ha terminado, y que revive en cada gesto que sabe rescatarlo del olvido. Saber rescatarlo del olvido es un asunto de esfuerzo, rigor, estudio e inteligencia." (Pág. 169)

"Para los bárbaros el pasado es un vertedero de ruinas: ellos van, miran, se llevan lo que les resulta útil y lo utilizan para construirse sus casas." (Pág. 169)

"Ataúdes flotantes, llevados por la corriente, eso es el pasado para los bárbaros." (Pág. 170)

"La civilización nos enseña un descenso consciente y culto al pasado, con el objetivo de llevarlo de nuevo a la superficie en su autenticidad. Los bárbaros construyen con los escombros, y aguardan balsas flotantes con las que construirse la casa y decorarse el jardincito. Requiere tanto esfuerzo la primera solución, y es tan lúdica la segunda, que a los órganos de control de la civilización (escuela, ministerios, medios de comunicación) les cuesta mucho trabajo impedir a toda la colectividad deslizarse pendiente abajo hacia la barbarie." (Pág. 171). Eso, cuando no es la propia escuela, los ministerios (o comunidades autónomas, tanto vale) o los medios de comunicación los que acentúan la pendiente hacia la barbarie, añado yo.

El ejemplo del bárbaro lo pone Baricco en la página 172 de su libro: sería el que piensa que es cierto que el "asado al barolo" es más bueno que la hamburguesa de McDonals, pero tiene hambre y poco espíritu de sacrificio para llegar hasta el lugar en que hacen el asado, se queda en la "hamburguesería" y se come una mierda de esas escuchando en su iPod Las Estaciones de Vivaldi en versión rock, leyendo al mismo tiempo un manga japonés y, sobre todo, invirtiendo en todo ello diez minutos. Así sale a la calle, ya no tiene hambre y el mundo está ahí dispuesto a ser atravesado. "La relación con el pasado (del bárbaro) no es un principio estético, no es una forma de elegancia: es la respuesta a un hambre."

1 comentario:

Saint Just dijo...

Desde que lei NEXT me interesa el tono desafiante del autor para que seamos capaces de reflexionar sobre lo que meramente enuncia. Fikielkraut, misma editorial tambien es interesnte

un saludo