martes, 15 de abril de 2008

LA ERMITA Y EL PALACIO



La gran ventaja de haber defendido siempre que el título de Patrimonio de la Humanidad que le dieron a Úbeda (de Baeza tengo otra opinión) era demasiado arroz para tan poco plato, es que ahora estoy a salvo de sustos. Quiero decir: que no me extraña nada que se le vaya a pegar un edificio moderno a una ermita del siglo XVIII y que menos me extraña que se esté cayendo a pedazos un palacete francés del XIX. Como no me extraña que se destruyese Santa María y se inventaran una iglesia nueva, o como no me extrañaré el día que se derrumbe San Lorenzo y se caiga el artesonado de Santo Domingo (ahora el artesonado valioso y del que estamos orgullosos es del de Santa María: ¡toma ya!). Tampoco me extraña, claro, que estén levantando una planta más en el palacio del Conde de Guadiana o que pusieran sendos armazones de hierro en los patios del antiguo convento de La Victoria o del Parador. Y nada tiene de extraño que aquí las ermitas de San Bartolomé (despedazaron su retablo barroco hace cuatro o cinco años) o de Madre de Dios sean un montón de escombros. O que la lonja del Hospital de Santiago esté asfaltada y sus torres cojas, que parece el Hospital un chiste de La Codorniz y no la obra cumbre de Vandelvira.

He estado en algunas ciudades magníficas que son Patrimonio de la Humanidad (Salamanca, Santiago, Venecia, Praga, Córdoba, Sevilla) y me parece a mí que para tener este título hay que poseer más méritos que unas cuantas iglesias mal cuidadas y un puñado de palacios cerrados, aunque eso sí todo muy bien colocado en plazas preparadas para que aparquen cuantos coches quieran. Además de tener monumentos hay que “quererlos”. Y eso, ay, es lo que nos falla en Úbeda: que aquí se nos llena la boca hablando de El Salvador o de Santa María o del Hospital de Santiago, pero en el fondo nos importa bien poco lo que se haga con ellos. Dirá alguien que exagero, pero yo creo que no y me remito a la lista de barbaridades que se cometen cada día en nuestro pueblo. Y digo se cometen porque, por ejemplo, el armazón del aire acondicionado del patio del Parador es una barbaridad que se estará cometiendo mientras no se quite. O porque el desmantelamiento de Madre de Dios es una barbaridad que se comete un día sí y otro también, sin que nadie ponga remedio. O porque se levantó esa aberración que es la fachada lateral del Juzgado y todavía no la han derrumbado y nos birló la Junta las rejas de sus ventanas y todavía no las ha devuelto. Y así todo.

Ahora, Tele Úbeda y el Diario Ideal, por el trabajo de nuestro amigo Alberto, nos ha vuelto a dar cuenta de dos atentados contra el patrimonio ubetense: se cae el palacio de los Orozco, el Obispado ha talado los árboles del huerto de la ermita del Paje para levantar un edificio nuevo que rompa la estética del templo. No preocuparse: aquí no pasará nada. Y se perderá la fachada del palacio, como se dejó desintegrarse aquella fachada espléndida de la esquina entre la Cava y la calle Pastores, para luego levantar una fachada nueva que imita a la otra. Y se perderá la única ermita que queda en pie en Úbeda, porque justamente allí es donde hay que levantar una casa. Y así se irá perdiendo todo, mientras nosotros miramos divertidos como no nos van faltando temas de los que hablar en los bares. Al final en la barra del bar siempre encontraremos a alguien a quien echarle la culpa: que si los curas, que si los políticos, que si los dueños de los palacios, nunca nosotros. En otros pueblos han descubierto las posibilidades que ofrece la Ley de Patrimonio Histórico para conservar edificios valiosos, pero eso aquí sigue siendo territorio virgen, por la incapacidad manifiesta de unos y para no enfadar a los de toda la vida y por nuestro silencio cómplice.

Por lo demás, podemos seguir estando muy orgullosos de ser Patrimonio de la Humanidad y podemos seguir celebrando renacentistas fiestas para conmemorarlo salerosamente: aunque nos roben la última ermita que queda en Úbeda, aunque se esté cayendo la fachada del palacio de los Orozco. Eso, Patrimonio de la Humanidad.

8 comentarios:

Antonio M. Medina Gómez dijo...

El absurdo silencio con el que Ubeda alimenta su orgullo. ¿Cuál será la siguiente "chapuza" que agrandará nuestro Patrimonio? Te sigo leyendo. Un abrazo.

Alfonso Donoso Barella dijo...

Manolo, en la cuestión de la ermita, difícil planteamiento. Conozco la historia de primera mano y hay mucha mentira, mucho politiqueo y demasiada culpa a quien menos la tiene. Pero lo más cruel es que, se adopte la postura que se adopte no somos capaces de comprender ninguna. Que edificar un edificio nuevo junto a una ermita es una aberración, de acuerdo, pero que se llegue a la situación actual es más aberrante. Quizás solo se han publicado unas posturas y no todas, quizás solo hablen los que antes deben callar, quizás sea fácil criticar y muy, muy difícil participar.
Es cierto, mucho arroz para tan poco plato ¿Pero no seremos los ubetenses el verdadero plato?

Un abrazo

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Anónimo dijo...

De todo lo expuesto me preocupa sobremanera las tropelías que en la actualidad se están cometiendo en el Palacio de los Condes de Guadiana, que si alguien no remedia, y pronto, serán, me temo, irreversibles. Por ejemplo, la nuevas alturas que se están dando a las cubiertas, a base de añadir filas de ladrillo en las cornisas e incrementar las pendientes de los tejados)

Ante la pasividad de nuestra administración local, ¿no se pueden denunciar estos temas a otras instancias? ¿tienen todas esas "reformas" el visto bueno de Cultura en Jaén?

El Hermano Montgolfier dijo...

No tengo más remedio que darte la razón, pero yo opino que Úbeda sí se merece la distinción de ser Ciudad Patrimonio de la Humanidad, quizás lo que no se merezca son los dirigentes que ha tenido y que tiene.
Aún sigo sin entender esa obligación de encalar la piedra en algunas fachadas...

Anónimo dijo...

Hola Manolo he descubierto tu blog,a través de ubedaenlared.
Enhorabuena está muy bién.
Los únicos motivos por los cuales se reivindican en Úbeda son políticos. Si en el gobierno estubiera el PP, ya se habría salido a la calle 100 veces, y muchos insultos de infantes habrían recibido, como de hecho los recibieron.
Pero hemos topado con DON MARCELINO y DON JUAN, hay que callar y reírles las gracias, no vaya a ser que el día de mañana tengamos que pedirle algo a DON GASPAR.
Me gustaría saber que hubiera pasado si la obra de artíficis hubiera sido de un dirigente del PP, probablemente el pueblo habría salido a la calle.

Jose Ruiz Quesada dijo...

Muy bien Manolo: Defendamos nuestro Patrimonio. Un saludo.

JOSE JUAN dijo...

HOLA MANOLO, ENTIENDO Y COMPARTO TUS REFLEXIONES SOBRE NUESTRO PATRIMONIO. QUIZÁS TODA LA CULPA LA TENGA LA BUROCRACIA Y EL MANEJO INTERESADO QUE SE HACE DE LOS DATOS Y OPINIONES EXISTENTES RESPECTO A CUALQUIER TEMA, ES PURA DEMAGOGIA. LOS HECHOS SON SENCILLOS Y SIMPLES DE ENTENDER:
LA ERMITA DEL PAJE ES DEL SIGLO XVIII, SE VERÁ AFECTADA IRREVERSIBLEMENTE POR UN EDIFICIO MODERNO Y LA LEY DEL PATRIMONIO PREVÉ ESA SITUACIÓN, YA ESTÁ, ¿POR QUÉ NO SE ACTUA DE OFICIO POR LAS ADMINISTRACIONES? LOS PARTICULARES TIENEN LA OBLIGACIÓN DE RESPETAR EL ENTORNO Y EDIFICIO, ¿POR QUÉ NO SE LE EXIGE?? NOS FALTA MADUREZ, A UNOS POR NO DEFENDERLO DE MANERA ACTIVA, A OTROS QUE INTERPRETAN QUE RETRACTARSE DE CIERTOS ACTOS Y DECLARACIONES ES UN SINTOMA DE DEBILIDAD, EN VEZ DE SENSATEZ. 1.500 VECINOS HAN FIRMADO EN CONTRA DE LA TALA DE ARBOLADO Y CONTRA LA CONSTRUCCIÓN DE UN EDIFICIO QUE LE QUEDA A LA ERMITA COMO A UN CRISTO 2 PISTOLAS, ¿COMO ESO NO ES SUFICIENTE PARA QUE EL EQUIPO DE GOBIERNO DE UBEDA SE SIENTA RESPALDADO PARA INTERVENIR O HACER INTERVENIR A OTRAS ADMINISTRACIONES????
ESPERANZA, EL SENTIDO COMÚN SIEMPRE SE IMPONDRÁ.