viernes, 18 de noviembre de 2011

HAY QUE MOJARSE





¿Qué hacer el domingo? ¿Qué y cómo votar? Estas dos preguntas atormentan la conciencia cívica de decenas de miles de españoles que se resisten a renunciar a sus principios progresistas, liberales, patrióticos, democráticos. Herederos en retirada de lo más luminoso de la historia de España —la Institución Libre de Enseñanza, el krausismo y Fernando de los Ríos, Unamuno y Ortega, Machado y la Generación del 27—, esas clases medias ilustradas y con sentido patriótico, que conjugan lo mejor de la herencia liberal española —con su reivindicación del Estado democrático como freno de la barbarie religiosa y económica— y la vocación socialdemócrata, se encuentran perdidas en un laberinto de emociones y sentimientos. A estas alturas tienen claro a quién no pueden votar en conciencia, qué políticas repugnan su sentido de la solidaridad con esa marea creciente de conciudadanos a los que se está dejando en la cuneta del paro y la exclusión, gratuitamente, haciéndonos creer que la única política posible es ésta crudísima del ajuste y de la laminación de los derechos que hicieron un país mejor y más habitable. Con ese presupuesto ideológico nos animalizan: la libertad —que es lo específicamente humano— está siendo reemplazada por la necesidad y el azar, que son elementos definitorios de la naturaleza. Nunca como en esta época de absoluta conformidad con la desgracia y el sufrimiento, el ser humano había declinado de manera tan radical, tan absoluta, el ejercicio de la libertad.

Y sin embargo, todas las almas plurales —y a veces incluso contradictorias— que habitan en el fondo convulso de esos españoles debaten a voz en grito en su interior desorientado y desarmado, en ese terreno de la carne civil que está fronterizo con el territorio de la derrota íntima. El alma liberal, el alma socialdemócrata, el alma de patriota, el alma civil de la libertad de conciencia, debaten acaloradamente dentro de esos españoles que quieren mojarse con un simple voto, que quieren dejar constancia de que todavía hay encendidos rescoldos de decencia y de responsabilidad ciudadana en un país devastado por la codicia y el desánimo y porque el único futuro que le ofrecen los vencedores es una vuelta al pasado: lo que el ajuste proclama ya está escrito en la historia social del siglo XIX. Pero esas voces que bullen dentro de muchos españoles no pueden ocultar la pesadísima sensación de derrota, esa sensación de que hemos sido absolutamente vencidos y de que no hay oportunidad para la esperanza. ¿Cómo no sentirse abatidos hasta el tuétano del corazón si se nos dice, y la mayoría lo cree a pies juntillas, que para vivir mejor tenemos que renunciar a los derechos de los trabajadores, la escuela y la sanidad públicas, a todas esas cosas que hicieron un mundo más decente después de la guerra mundial? ¿Cómo no sentirse aplastados por una losa de impotencia si se tiene la certeza de que la única herencia que les vamos a dejar a nuestros hijos es la tarea de reconstruir la esperanza por la que lucharon nuestros abuelos, y que nosotros hemos perdido sin saber cómo ni cuándo ni dónde?

Desde esa conciencia abatida, ¿qué hacer el domingo?, ¿qué y cómo votar? No sé, no puedo saberlo. Mis conciencias todavía no han terminado su debate y sólo han llegado al acuerdo de que votarán nulo para el Senado. Para el Congreso por ahora se inclinan a dar el voto a un partido pequeño con el que no estamos de acuerdo en todo pero que, al menos, postula la igualdad básica de los ciudadanos en temas como la sanidad, la educación y la justicia, la primacía ética del Estado democrático en la educación frente a los intereses de particulares, la reforma de la ley electoral y el laicismo. Esos mínimos, que sintetizan lo mejor del pensamiento de las clases medias ilustradas y progresistas de España, puede no ser mucho cuando se está en el fondo del abismo. Pero menos ofrece cualquier otra opción. Y hay que mojarse.

(IDEAL, 17 de noviembre de 2011)

11 comentarios:

Marcos dijo...

Extraordinaria reflexión, elegantísima manera de confesar el voto para UPYD, certera manera de captar el estado de ánimo con el que muchos ciudadanos vamos a votar el domingo. Un abrazo.

Anónimo dijo...

MANOLO,te sigo desde hace tiempo..me encantan tus publicaciones...
Permitemé que te mande esta carta escrita por una funcionaria en respuesta a un periodista que ae cree en el derecho de atentar contra la "casta" de los funcionarios.
A ver si tu puedes publicarla en tu blog completa. Gracias y un saludo.

Deben leerlo todos los funcionarios y los NO funcionarios
Y enterense de una vez, la unica casta que existe en este pais, son los miles de impresentables que salen en television y no se les conoce ningun trabajo ni titulacion, los miles de politicos chupopteros que lo primero que hacen es cobrar sus sueldos para a continuacion explicarnos a los que pagamos sus modestos sueldos, que tenemos que bajarnos los nuestros porque la cosa esta muy mal.
Pongamos esto en marcha y ya que funciona internet (hasta que nos lo prohiban) demosle donde mas les duele, en la opinion publica.
Léelo, es muy interesante, en respuesta a la campaña de acoso que traen contra los funcionarios, los periodistas. OLE, OLE POR LA COMPAÑERA ANDALUZA







--

Anónimo dijo...

RESPUESTA AL ARTICULO DE OPINION " LA DICTADURA DEL FUNCIONARIADO "
DE M. MARTIN FERRAND.

Sr. Martín Ferrand son muchos ya los comentarios despectivos y miserables que se están lanzando contra los funcionarios, esa casta, como usted los llama de la que yo formo parte.
Pero es precisamente su artículo de opinión, por venir de quien viene, todo un profesional del periodismo, al que yo, sinceramente creía, objetivo y sensato, el que me ha encendido sobremanera y no quiero pasar por alto mi oportunidad de respuesta porque no ha podido ser más subjetivo, más insensato y sobre todo, más erróneo en sus planteamientos contra nuestra "casta".
En primer lugar, ni yo ni ninguno de los muchos compañeros a los que trato nos sentimos ni tenemos porqué sentirnos servidores de nadie, y mucho menos queremos ser servidos.
Le aclaro que en mi declaración a Hacienda no consta que sea servidora de nadie, sino una empleada por cuenta ajena; en este caso, mi empresa es la Junta de Andalucía, a la que accedí por cierto tras unas duras oposiciones y que tras, 25 años de servicio como Administrativa (es decir 8 trienios), teniendo un complemento de exclusividad que me obliga a trabajar, como mínimo, 110 horas más al año que al personal que no lo tiene y gestionando un Negociado, cobro 1.500 EUR, de los cuales usted se cree muy dueño de rebajar un 20%.
Comenta que por la crisis es el funcionariado el que tiene que ver disminuidos sus ingresos, ¿por qué?, ¿es que en épocas de "vacas gordas" el Gobierno hace conmigo reparto de beneficios?
¿Está usted quizás dispuesto a darme algo de sus ingresos cuando éstos sobrepasen lo que habitualmente cobra?
¿Está dispuesto acaso a hacerlo algún profesional "libre" de este país?
Le pongo un ejemplo muy concreto.
Un vecino de mi bloque, trabajador de la construcción, tan discreto en ingresos como yo hasta el "boom" urbanístico, ha podido invertir y comprar 2 pisos más en Sevilla capital.
Es cierto, ahora está en paro y yo y toda mi casta hemos contribuido a que pueda cobrar el subsidio de desempleo, porcentaje que pagamos todos los meses aunque a nosotros no nos haga falta, pues jamás lo cobraremos.
Además, usted pretende rebajar mi sueldo un 20% para "repartir" con él y muchos como él que ahora no les va bien.
¿Hablaría usted para que me cediera uno de sus pisos y así dejar la hipoteca del único pisito que poseo y que me está quitando el sueño?
Los dos creemos que él no estaría dispuesto, ¿verdad?.
Pues yo tampoco a darle un 20% de mi sueldo.
--

Anónimo dijo...

Habla también de que pretendemos vivir sin la incertidumbre que acompaña a otros ciudadanos.
Pues sí, Sr. Martín, de eso se trata, aspirar a ser funcionarios es aspirar a poco materialmente en la vida, nunca seremos ricos, pero aspiramos a la estabilidad en el empleo, recurso al que puede aspirar cualquier persona, usted también, aprobando unas oposiciones.
Por tanto, si yo he aspirado a "ganar poco y vivir tranquila" es un derecho adquirido y no, no me he adueñado de nada ni considero mi puesto hereditario.
Mis hijos se lo tendrán que currar y posiblemente más que los suyos, por venir de una familia más humilde o sencilla como quiera llamarlo.
Y es en este punto donde más me enciendo, ¿con qué derecho se cree para proclamar a los cuatro vientos que mis dos hijos (estoy separada) tengan que vivir con un 20% menos de lo que viven?
Ah!.., y yo declaro hasta el último céntimo que gano (y todos sabemos que eso no es así en todas las profesiones, pues hay mucha "economía sumergida").
Por lo tanto no intente "calentarle" el ánimo a nadie con el hecho de que son los ciudadanos quienes con sus impuestos me retribuyen, nosotros también contribuimos y mucho a las arcas del Estado.
Y una cosa más, considero el trabajo de esta casta mucho más importante para el país que el de su profesión, por ejemplo.
Si no escribe un día un artículo no pasa absolutamente nada, pero si mis compañeros de la Sanidad , la Enseñanza , los Cuerpos de Seguridad... no acudieran a su trabajo... ¿qué ocurriría?
En fin, Sr. Martín piense más lo que escribe antes de hacerlo.
Yo lo suscribo por entero, y, en lo que se refiere a la Sanidad , diré (y hace mucho que quiero decirlo): Llame Ud. a un fontanero, o a un electricista, por ejemplo, un 24 o un 31 de Diciembre a las 04 horas de la madrugada (y relato dos casos auténticos ocurridos con esos dos profesionales).- ¿Cree que acudirá alguno a su domicilio?
- ¿Cuanto cree que le cobrará?
- ¿Le hará factura o le tendrá que pagar en cash? además de tener que darle las gracias, aunque al día siguiente fallen las reparaciones. Yo se lo digo: - Después de llamar a los de la Compañía de Seguros de su domicilio, no irá nadie.
Al día siguiente, tampoco. El primer día laborable se presentará uno que le facilitara el portero de su finca.
- Le dirá que, si quiere que repare la avería, le tiene que pagar en mano (creo que a eso se le llama dinero negro).
- Estarán en su casa: uno 7 minutos y el otro 14 minutos- Le cobrarán: uno 80 EUR por 7 minutos y otro 93 EURuritos por 14 minutos.
¡¡¡ No está mal !!!
(Por cierto al electricista se le tuvieron hasta que prestar las herramientas)

Anónimo dijo...

Habla también de que pretendemos vivir sin la incertidumbre que acompaña a otros ciudadanos.
Pues sí, Sr. Martín, de eso se trata, aspirar a ser funcionarios es aspirar a poco materialmente en la vida, nunca seremos ricos, pero aspiramos a la estabilidad en el empleo, recurso al que puede aspirar cualquier persona, usted también, aprobando unas oposiciones.
Por tanto, si yo he aspirado a "ganar poco y vivir tranquila" es un derecho adquirido y no, no me he adueñado de nada ni considero mi puesto hereditario.
Mis hijos se lo tendrán que currar y posiblemente más que los suyos, por venir de una familia más humilde o sencilla como quiera llamarlo.
Y es en este punto donde más me enciendo, ¿con qué derecho se cree para proclamar a los cuatro vientos que mis dos hijos (estoy separada) tengan que vivir con un 20% menos de lo que viven?
Ah!.., y yo declaro hasta el último céntimo que gano (y todos sabemos que eso no es así en todas las profesiones, pues hay mucha "economía sumergida").
Por lo tanto no intente "calentarle" el ánimo a nadie con el hecho de que son los ciudadanos quienes con sus impuestos me retribuyen, nosotros también contribuimos y mucho a las arcas del Estado.
Y una cosa más, considero el trabajo de esta casta mucho más importante para el país que el de su profesión, por ejemplo.
Si no escribe un día un artículo no pasa absolutamente nada, pero si mis compañeros de la Sanidad , la Enseñanza , los Cuerpos de Seguridad... no acudieran a su trabajo... ¿qué ocurriría?
En fin, Sr. Martín piense más lo que escribe antes de hacerlo.
Yo lo suscribo por entero, y, en lo que se refiere a la Sanidad , diré (y hace mucho que quiero decirlo): Llame Ud. a un fontanero, o a un electricista, por ejemplo, un 24 o un 31 de Diciembre a las 04 horas de la madrugada (y relato dos casos auténticos ocurridos con esos dos profesionales).- ¿Cree que acudirá alguno a su domicilio?
- ¿Cuanto cree que le cobrará?
- ¿Le hará factura o le tendrá que pagar en cash? además de tener que darle las gracias, aunque al día siguiente fallen las reparaciones. Yo se lo digo: - Después de llamar a los de la Compañía de Seguros de su domicilio, no irá nadie.
Al día siguiente, tampoco. El primer día laborable se presentará uno que le facilitara el portero de su finca.
- Le dirá que, si quiere que repare la avería, le tiene que pagar en mano (creo que a eso se le llama dinero negro).
- Estarán en su casa: uno 7 minutos y el otro 14 minutos- Le cobrarán: uno 80 EUR por 7 minutos y otro 93 EURuritos por 14 minutos.
¡¡¡ No está mal !!!
(Por cierto al electricista se le tuvieron hasta que prestar las herramientas)

Anónimo dijo...

Ahora le diré que pasaría si Ud. (o el electricista o el fontanero de la historia) un 24 o un 31 de Diciembre a las 04 horas de la madrugada se diera una fenomenal torta con su coche (Dios no quiera) después de venir de una fiesta de esas a las que sólo pueden ir los que tienen sus ingresos (aunque, la verdad, ustedes siempre suelen ir de gorra a esos saraos, cosa que no nos ocurre a ningún funcionario:
- Acudirán la policía y los Servicios de Emergencia (todos ellos funcionarios que tienen la suerte de trabajar ese día).
- Le llevarán a las urgencias de un Hospital Público (donde se le admitirá aunque Ud. no tenga cartilla de la Seg. Social.
- Le atenderán celadores, administrativ@s, auxiliares de enfermería, enfermer@s, divers@s técnic@s, médic@s, etc... (todos ellos funcionarios que también tienen la suerte de trabajar ese día).
- Pongamos que sufre un traumatismo craneo-encefálico (repito: Dios no quiera).
Se le llevará a un quirófano ya preparado y bien limpio (también entran en esta función l@s limpiador@s que también tienen la suerte de trabajar ese día).
- Se le intervendrá durante varias horas esa misma noche (no el día siguiente o el otro).
¿Sabe cuanto cobrará por hora el que más cobrará (en este caso los médicos y neurocirujanos)? - Alrededor de 15 Euros netos.
El resto se lo lleva Hacienda (aquí no vale lo del dinero negro) Imagínese lo que cobrarán los demás... ¿Sabe qué ocurrirá si la operación no es de su agrado? Ud. (o el electricista o el fontanero de la historia) nos demandará.
Iremos todos a los Tribunales y tendremos muchos problemas.
¿Sabe qué ocurre si uno de sus artículos, o la reparación, no es de nuestro agrado?
¡¡¡ NADA !!! Entonces, Sr. Martín Ferrand, ¿sigue opinando que se nos debe bajar un 20 % nuestras retribuciones? Si es así, a Ud., y a los que piensan como Ud., sólo tengo que decirles:¡¡¡ Váyanse a tomar por el culo !!! .

ftz dijo...

¿Salvar los muebles?, ¿cambiar de bando?, ¿huir del bipartidismo? Ahí estamos, dándole vueltas a los diferentes análisis que aparecen y desapareen por mi cabeza. La solución mañana.¿La mejor? No lo sé.
Interesante y completa reflexión.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Después de leerte estudiaré la opción de votar también al partido de Rosa Díez porque la verdad es que ahora mismo estoy hecha un lío

Manuel Madrid Delgado dijo...

Felipe, ¿has visto hoy la viñeta de El Roto en El País? Dice que lo de mañana más que unas elecciones parecen unos funerales. Con ese ánimo nos acercamos muchos a las urnas: íntimamente vencidos y derrotados. Por eso creo que no hay, para mañana, opciones "mejores". Si voy a votar a UPyD no es porque me parezca "lo mejor", sino, sencillamente, porque me parece lo único que guarda cierta decencia cívica, cierta coherencia, cierta luminosidad: no es lo mejor, pero es lo único que no me produce un dolor insoportable en mi conciencia de ciudadano. Votar, mañana, es una lucha contra la conciencia para muchos españoles, y los políticos no tenían derecho a hacernos eso. Un saludo y que la reflexión no te cause mucho dolor de corazón.

ftz dijo...

"Votar, mañana, es una lucha contra la conciencia para muchos españoles, y los políticos no tenían derecho a hacernos eso."

Quizás haya que votar tapándose la nariz.

¡Qué Dios nos coja confesados!

Un saludo

Manuel Madrid Delgado dijo...

Felipe, algunos tal vez votaréis tapándoros la nariz. Otros lo haremos consolando al corazón.
Saludos.