lunes, 13 de diciembre de 2010

GIN TONIC CON MUCHO HIELO





Me he enterado de la muerte de Enrique Morente, más o menos a las seis de la tarde, mientras intentaba convencer a Manuel de que su madre no puede estar todo el día con él y de que tenía que beberse el batido para merendar, antes de irnos a darnos un paseo. Y me he dado cuenta de cómo en el transcurso de muy pocos años nos cambia la vida, de cómo el tiempo nos modifica y nos modela y nos amolda. Hace doce o trece años, un día como hoy y a esa hora, yo habría estado en la cafetería de Trabajo Social, en Granada, haciendo maula y tomando café con Julián o María Campos o María Pascual, con Enrique, con Antonio Espejo, o buscando algún libro en la Urbano o apurando las últimas clases del trimestre antes de las vacaciones de Navidad, y cuando hubiese llegado al piso, después de cenar con Luis y con Andrés y huyendo de «Médico de familia» o cosas así, me habría ido a mi cuarto a leer un rato y a escuchar música. Por esas fechas, a Luis y a Andrés Fuentes y a mí nos gustaba mucho oír un disco que se había comprado Andrés, o que le habían regalado, y que buenamente nos repartíamos entre todos para poder disfrutarlo: aquel disco era «Omega», una joya en la que Enrique Morente, en compañía de Lagartija Nick, versionaba a Lorca o a Leonard Cohen en un puñado de canciones inolvidables donde el flamenco se universalizaba un poco más con los versos de dos de los más grandes poetas del siglo.

Uno acaba volviendo siempre a los recuerdos con los que se construyó un nido y un hogar para el corazón. La muerte de Morente me ha devuelto mis años de estudiante en Granada, el recuerdo de ese tiempo y de esa ciudad inolvidables. Y ahora, no sé por qué punzada de la nostalgia, he pensado que si estuviésemos en Granada, esta noche Andrés, Luis y yo tal vez nos habríamos ido a echarnos unas Carlsberg en la Taberna Alemana de la Calle Elvira, ese tugurio bohemio y oscuro donde era posible soñar con ser escritor o corresponsal de guerra o embajador en un hermoso e invernal país del norte de Europa, mientras sonaba rock inglés en los altavoces y la grasa de las salchichas y las hamburguesas chisporroteaba en la planca sucia. Y luego, a lo mejor nos habría apetecido un gin-tonic, con mucho hielo y mucha lima, en el Eshavira. Allí, algunas noches, vimos a Enrique Morente charlando en la barra con sus amigos mientras se tomaba un whisky, como si él no fuese el genio que cantaba en ese disco que nos gustaba tanto y que hace demasiado tiempo que yo no escucho.

21 comentarios:

CIRIBULLE dijo...

Sin duda Omega es disco único e inigualable. Un punto de inflexión, no sólo en el camino de Morente, sino del Flamenco.
La Poesía, las voces ancestrales y los sonidos más futuristas, se mezclan armónicamente en una algarabía esencial, llena de matices y brillos áureos y metálicos.
Nadie debería dejar de escuchar a Morente. Omega, es un buen comienzo.

Antonio Espejo dijo...

Manolo, es verdad que se echan de menos esos años, y lo peor es cuando se mira atrás y se ve el tiempo como pasa y como nos va faltando gente que estaban ahí y ya por mas que queramos buscarlos ya no están... Ayer sentí mucha tristeza cuando me enteré de que el Maestro ya no iba a cantarnos más...Tuve la suerte de verlo hace unos tres años en Fuente Vaqueros, el 5 de junio, cumpleaños de Federico García Lorca, con su hija Estrella y como empezó el concierto con un martinete que nos puso a todos el vello de punta. Se ha ido un genio y nace una leyenda.... Granada vuelve a quedarse huérfana. Cierto que nos quedan sus discos, Omega, Morente Sueña la Alhambra, temas como Estrella,... pero no es lo mismo.

Manuel Madrid Delgado dijo...

Javi, Antonio, Morente forma parte del patrimonio sentimental de muchos de los que sin ser grandes amantes del flamenco, amamos esa fusión de algo tan íntimamente nuestro con la poesía, que es de vocación universal. Morente supo hacerlo.
A mí, además, esta muerte de Morente me devuelve intacta mi época de Granada. ¡Cuánto tiempo ha pasado! ¡Cómo añoro aquellos días, aquellos años, aquellos veintitantos años míos, aquella década de los 90! Hoy, la música de Morente me está asomando al Mirador de San Nicolás... ¡Qué hermoso día debe hacer en Granada, con las calles llenas de hojas y la niebla desdibujando los perfiles de los campanarios y de la Alhambra!

Antonio Espejo dijo...

Manolo, has descrito perfectamente el día de hoy en Granada, Niebla, todo cubierto de un velo blanco, como si el día sintiera pereza de despertarse. Da mas sensación de nostalgia y de tristeza.... Ahora bien, sabes que Granada y tus amigos te recibiremos con los brazos abiertos siempre que querais escaparos por aquí. Ya va siendo hora de echar unas conversaciones. No estaría de más el nuevo año quedar un fin de semana. Ya lo concretaremos. Siempre es un placer conversar contigo.

ANTONIO Y ROSA V. dijo...

Omega, nos hizo a muchos que por aquella época terminabamos nuestra adolescencia, adentrarnos en la MÚSICA,con mayúsculas.Descubrir a Enrique Morente y a Lagartija Nick, de una soloa tacada, es como un shock creativo.
Para mí, hay un antes y un despues en mi mundo musical, desde la primera vez que escuche este disco.
No conocí a Enrique logicamente,pero tenía cara de buena gente, y todo me indica que así era.
Espero que descanse en paza

Manuel Madrid Delgado dijo...

Es curioso, ¿no?, que un mismo disco marcara tanto a los que somos más o menos de la misma generación. La suerte es que nos marcó un disco como "Omega", que esa obra de arte se ligó irremediablemente con nuestras vidas, porque me temo que ahora los discos que unen generaciones son basura tipo Andy&Lucas y similares... No es lo mismo recordar cómo escuchábamos "Omega" mientras estudíabamos o nos echábamos unas cañas, que como se oye el chinchinpúm de hoy o los ritmos comparsistas venidos de Caí mientras se disfruta del botellón. Lo cual sirve para demostrar que o bien no siempre se camina hacia mejor o bien yo me estoy haciendo viejo o bien ambas cosas.
Saludos.

CIRIBULLE dijo...

Afortunadamente amigo Manolo, para mí y para algunos más, la Banda Sonora de aquellos años alberga una pléyade impresionante de buenas voces y buenos grupos que, como un reguero que surca la vida a una velocidad vertiginosa marcando las alma de una manera tal, que no pueden borrarse esas huellas por mucho que los nuevos sonidos lo intenten.
Tampoco es que yo quiera que se borren. Te sorprendería, o quizá no, la música que llevo en el Coche: 091, Héroes, Depeche Mode, Morente...
Al igual que tú, añoro Granada y añoro aquellos años que, para mí, fueron de los más bonitos que he vivido y posiblemente jamás viviré.
Ah!!! por cierto. Mi hija Claudia, con sus recién cumplidos 4 añitos, canta conmigo a dúo y a grito "pelao" cuando vamos en el coche aquello de... "la vida, la vida, la vida es....que mala, que mala, qué mala es".
Posiblemente yo también me haga viejo.

ANTONIO Y ROSA V. dijo...

La música como tantas otras cosas en esta sociedad, están cambiando, desde mi punto de vista para peor, pero como bien dice Ciribulle en la anecdota de su hija cantando por los 0, aquí estamos, para tratar que nuestros hijos sigan manteniendo el buen gusto no sólo en lo musical,sino en todos los aspectos de la vida.
Mi discografía de coche, es muy similar a la tuya, y probablemente a la de Manolo.
Pensando en tu reflexión Manolo, me alegro hacerme viejo, manteniendo esos recuerdos y esas vivencias con insuperable banda sonora, lo siento por las generaciones actuales.

Anónimo dijo...

Manolo, ya estás con el insulto fácil, ya tienes que decir que el trabajo de andy y lucas es una basura. ejemplar, sí señor.

ANDRÉS FUENTES dijo...

Hola Manolo! Sabes que no soy muy amigo de hacer comentarios en internet, aunque leo casi a diario tu blog. Pero es que hoy, suscribo totalmente lo que dices en los artículos de Morente. Me he visto en la cervecería alemana y en aquel "garito-cueva" donde coincidimos algunas veces con él. Ayer quise escuchar de nuevo el disco Omega, pero aquí, en mi exilio sevillano, no tengo la pequeña discografía que fuimos recopilando y grabando de los fondos de música de la biblioteca de Andalucía de Granada, porque el disco era "pirateado". Me has dado una idea y voy a buscarlo en la red y lo voy a poner en clase, entre explicación y explicación, mientras mis alumnos dibujan. Un abrazo muy fuerte. Ah! y si me lo permites, tras la muerte, la vida: hoy ha nacido Laura, la hija de Juan y Luci, un beso para ellos!

ANDRÉS FUENTES

Manuel Madrid Delgado dijo...

Andrés, la vida y la muerte, ese círculo inagotable, como el de los recuerdos, como el de la música de Morente... Y llevas razón: hoy es un día feliz para todos los que queremos a Juan y a Luci, pues ya tienen a su Laura con ellos.
Anónimo, llevas razón: perdona por el insulto fácil. Andy&Lucas merecen estar en el Olimpo de los dioses musicales, como Bach o Mozart o Morente o Camarón... Manda huevos...

Anónimo dijo...

Hola Manolo!
Acabo de leer los artículos de Morente y tengo que decirte que has descrito perfectamente las sensaciones que he tenido al saber de la muerte del artista. Cuando me enteré, automáticamente pensé en su disco Omega y en Granada y es curioso cómo sin haber leído el comentario de Andrés, ayer les puse a los alumnos el tema número 4 de Omega mientras hacían unos ejercicios, el tema en el que versiona a Leonard Cohen y donde Estrella hace los coros.
A la taberna de la calle Elvira ya no podemos volver pero sí al Eshavira a por un gin tonic.
Un abrazo y gracias por tus reflexiones Manolo.
Luis Fuentes.

José Luis dijo...

Hola Manolo, no es que me guste mucho escribir comentarios en blogs, pero la ocasión lo merece.
Muchos de nuestra generación veíamos el flamenco como algo rancio que no iba con nosotros. Pero figuras como Morente (con Lagartija Nick o últimamente con Los Planetas)nos han hecho educar un poco el oído para que no renunciemos a nuestras raíces. Fue la valentía de este monstruo, al acercarse a grupos totalmente alejados del sonido y la estética del flamenco, la que nos ha hecho emocionarnos con algunas canciones de nuestro cante. Si no la has escuchado te recomiendo "Tendrá que haber un camino", con Los Planetas, del disco "La Leyenda del espacio" donde Los Planetas hacen su visión de diversos palos del flamenco. Un saludo

Anónimo dijo...

En el olimpo no, pero basura tampoco, que tienes la lengua muy larga.

Anónimo dijo...

Además, ¿qué músico ha sido Morente? Cantaor el que quieras, pero músico...

Anónimo dijo...

No nos conocemos pero anoche pensé en Manuel Madrid y en una frase leída en alguno de sus artículos. Tengo la suerte de vivir en Granada y estuve en una "Pandereta Flamenca" en La Chumbera, en El Sacromonte. Y desde allí La Alhambra, iluminada sobre su colina y una suave lluvia desdibujando sus perfiles...¡ Qué maravilla ! y ¡ qué arte tienen los gitanos !
Manuel, es normal que añores tus años en Granada, pero no creas que los que vivimos aquí pasamos las tardes paseando sobre hojas vencidas y húmedas. Yo también siento nostalgia de aquellos años en los que todo parecía tan fácil...

Felicidades por el blog de Juan Pasquau.

Un saludo cariñoso.

Manuel Madrid Delgado dijo...

Luis, qué años aquellos, ¿verdad? Uno los mira con la distancia de todo lo vivido y descubre que son los mejores de la vida. Entonces todo estaba todavía intacto.

José Luis, he buscado la canción y la he oído. Magnífica. Pero ocurre que carece de esa magia, de esa nostalgia que provoca Omega. Suele ocurrir: en un momento dado nos gusta una cosa y luego, cuando pasan los años, puede ocurrir que descubramos que no es tan buena (en el caso de Omega eso no es así, evidentemente), pero como la hemos ligado a una parte preciosa de nuestra vida nos sigue pareciendo incomparable, y otra realmente buena, pero que carece de esa pátina de melancolía, no llega a cuajar tanto dentro de nosotros.

No se suelen comentar los mensajes anónimos, pero volvemos a hacer excepciones.
Anónimo andyluquero: que a mí todo eso que suena a aguachirli comparsero gaditano me parezca horrible no significa que a ti no te pueda gustar y parecerte excelso. Y si se trata del blog, lo que tendré largo no será la lengua sino los dedos, ¿no? Y ya sabes: "Tanto la quería, tanto tanto la quería. que por ella moría, hay por ella yo moría.
ella es la reina, reina de mi reina. por la que yo sufro", etc., etc...

Anónimo 2. Claro que no todo el que vive en Granada puede dedicar todo su tiempo a pasear por los parques de otoño. Pero... ¿no es maravilloso poder vivir en uan ciudad que te ofrece la posibilidad de ver amanecer frente a La Alhambra o de pasear, en estas tardes grises y acogedoras, por la Cuesta de Gomerez? En cuanto a lo del blog de Juan Pasquau, la enhorabuena habrá que mandársela a él dondequiera que esté. Yo sólo me limito a pasar a este misterio de Internet sus imprescindibles artículos, que ojalá pudiésemos tener en papel para leer con el sosiego que merecen.

Saludos a todos, también al andylucas, también al andylucas...

Anónimo dijo...

Y que a ti te parezca horrible no significa que sea una basura.
Tampoco dista mucho la calidad de una letra de Andy y Lucas de gran parte de las entradas de este blog (de las mejores).

Anónimo dijo...

Y teniendo en cuenta el anterior comentario, tampoco serían dedos, sino muñones. Anda que decir que morente es un buen músico... o mejor, el respeto que ya faltaste a los camareros españoles.

Manuel Madrid Delgado dijo...

A mi no me gustan ni Andy ni Lucas, y ni compro sus discos ni oigo su "música". Si a este blog te parece basura, lo tienes fácil: no vuelvas a leerlo. Nadie te obliga, ni a eso, ni a meterte en discusiones en las que posiblemente no seas bien recibido. Incluso puede que pintes tanto en blog como yo en un concierto de Andy, Lucas, de Caí y demás. Y, por cierto, último mensaje que cruzo contigo mientras no des la cara. Bastante he roto ya una norma del blog, y encima para discutir contigo de sandeces.

Por lo que respecta a los camareros hay que distinguir, claro: los típicos camareros españoles, en el sentido peor de español, todos podemos identificarlos. Los otros, esos muchos que conocemos y queremos, son otra cosa, pero tampoco te voy a dar a ti más explicaciones.

Anónimo dijo...

A mí andy y lucas me la sudan bastante, pero no por eso les falto el respeto. Y mucho menos se lo falto a los camareros españoles a base de aforismos de parbulario. Y sí, seguiré entrando en este blog escrito con muñones que me parece una basura para no dejar de reirme de las hostias que te pegas.
Y ahora a callar.
Un saludo.