domingo, 14 de marzo de 2010

UN HOMBRE LLAMADO GARZÓN



Lo mejor de España es que es un ex–país completamente predecible. No hace falta ser ningún lumbreras para aventurar que después de unas elecciones los políticos que vienen son siempre peores, aunque los que ya padecemos nos parezcan insuperables; ni hay que ser ningún aramisfuster para predecir que a los trabajadores van a regalarnos vaselina para que nos untemos a base de bien porque los banqueros y las eléctricas y demás chusma empresarial nos la van a meter doblada; ni hace falta doctorarse en cursos de la bruja Lola para asegurar que el futuro pinta más negro que el culo de un mirlo y que este país y sus diecisiete herederos no tienen arreglo, porque somos todos una pandilla de vagos y cobardes dirigidos por una caterva de inútiles y maleantes. Por eso a nadie con dos dedos de frente puede extrañarle que el juez Garzón se vea empapelado: era de esperar.

Reconozco que Garzón me ha parecido siempre un poco sobreactuante o cómo se diga: al chaval de Torres le han gustado en exceso las cámaras y los elogios, que en España esconden siempre una puñalada trapera. Es vanidoso, vale; pero eso no puede ocultar que ha sido de los pocos jueces que ha tenido los santos arrestos de plantarle cara a los violadores de los derechos humanos en tantos lugares de la Tierra, ni podemos olvidar que tuvo contra las cuerdas a Pinochet y que llamó por su nombre a los criminales de Argentina o a los de ETA o a los que venden papelinas al por mayor y manejan corruptelas en grado superlativo y nunca van a la cárcel, porque cuando acuden a detenerlos siempre están cenando con un ministro o con magistrados de los de mucho puño blanco en la bocamanga. Garzón, claro, ha sido un poco el Robin Hood de la justicia española –que es la justicia en la que las leyes van por un lado y la justicia por otro– y por eso se ha ganado el aprecio de la calle, que no olvida que gracias a él algunos narcos han dormido a la sombra y a algunos etarras se les ha atragantado el champán de después de la bomba. Pero a la derechona no le gusta que le toquen los cataplines y está moviendo sus peones jueciles para apretar el nudo en el pescuezo de Garzón, que se ha atrevido a investigar las sastrerías de cierto partido y ha dicho que la Falange era –allá por la guerra y la dictadura– una panda de criminales dedicada –entre revolución pendiente y revolución pendiente– a asesinar a miles de hombres y a violar a cientos de mujeres, y si no que le pregunten a los más viejos de Galicia, Andalucía o Castilla La Vieja.

Este es un país sin memoria y sin dignidad, que es más importante que la memoria. Y algunos jueces han descubierto que debajo de las togas siguen teniendo la camisaza azul que tú bordaste en rojo ayer. Y van a empapelar a Garzón, vaya si lo van a empapelar: se la tienen jurada desde que humilló al héroe chileno. Porque encima al pobre juez heroico y televisivo se le han juntado el hambre y las ganas de comer: debe estar temblando porque de los tiburones de la derecha acude a defenderlo el ilustre pánfilo de la mucha palabrería y el poco coraje que todavía no ve que la crisis se ha comido hasta el futuro de nuestros hijos.

(Publicado en Diario IDEAL el día 11 de marzo de 2010)

7 comentarios:

Anónimo dijo...

No esperaba que escribieras este alegato pro-Garzón, Manolo.
Que sufra las consecuencias de sus desvaríos y prevaricaciones.

Anónimo dijo...

Me sorprende que te dejes llevar y defiendas con tanto ardor al juez que peor conduce las causas que pasan por su tribunal y que ha caído preso de una de sus múltiples personalidades. Ni siguiendo la causa más justa se puede caer tan bajo como presuntamente ha caído este "señor".

Anónimo dijo...

No comparto ni el garzonismo ni el antigarzonismo. Entre todos lo están haciendo un santo, pero no lo es de mi devoción. Eso sí, cuando él señala con el dedo, los señalados se empeñan en que miremos al dedo: ayer fue el GAL, hoy es Gürtel. A mí me da un poco igual el egocentrismo de Garzón, lo que me importa es la corrumpción del PP valenciano, como en otro tiempo me importó el terrorismo antiterrorista de los GAL.

Otra cosa: el artículo me parece muy bien escrito, pero no comparto el discurso (tipo Pérez-Reverte) crítico de brocha y palabra gorda contra la política, los políticos, el ex-país y las diecisiete herederas. Francamente, creo que la crítica eficaz tiene que ser más precisa, tiene que discriminar y relativizar.

Anónimo dijo...

Echad un vistazo a este artículo:
http://www.abc.es/20100316/opinion-firmas/hermandad-20100316.html
Y sobre todo, que se haga justicia, y que la justicia lleve los ojos y los oidos tapados.

Javier dijo...

Manolo!
Me parece que tienes la misma audiencia que el "Gato al Agua" de Intereconomia.
Totalmente de acuerdo contigo.
Un saludo!

Manuel Madrid Delgado dijo...

Parri, ¿qué haces tú viendo Intereconomía?
Supongo que la audiciencia del blog será variada. Y tú sabes que yo contesto siempre que se firme el mensaje, se opine como se opine. A mí no me molesta que haya por aquí gente de muchas ideas, porque creo que eso, al final, enriquece este espacio, y de eso se trata.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

el día que le plante cara a Castro, que está vivito y coleando, y que es dictador desde hace mas de 50 tacos, me creere su postura