viernes, 29 de agosto de 2008

A PROPÓSITO DE LINARES



Hay ciudades plenas de virtudes cívicas y laboriosas: Linares. Y es que Linares tiene pulso y se le nota, y eso determina una ambición de crecer que no ha parado de dar frutos desde que los linarenses superaron la crisis profunda de mediados de los noventa. Linares ha sabido trabajar desde la seriedad y la determinación: vinieron los tiempos malos y en lugar de lamentarse en la barra de los bares –estéril vocación tan propia de otras ciudades, señoriales y señoronas, de esta tierra– los linarenses fraguaron un proyecto de modernidad, dispusieron las ilusiones para llevarlo a cabo y han peleado los medios para hacerlo realidad.

En esta empresa tuvo Linares la suerte de cruzar sus caminos con la vida y los afanes de Juan Fernández, uno de esos alcaldes que todos querríamos para nuestro pueblo. Porque más allá del gestor –del buen gestor– el alcalde de Linares ha demostrado tener visión y ambición de ciudad, y ha sido capaz de trazar planos para que sus gentes transiten por la modernidad. Juan Fernández está siendo alcalde sin dejar de ser persona y se le nota que quiere a su gente, y mucho. Por eso, por ejemplo, ha podido crear una zona comercial ejemplar y envidiable –pura modernidad– sin dejar cada año de renovar el voto que su pueblo hizo a la Virgen de Linarejos en los tiempos del cólera: en este alcalde cabe todo el tiempo histórico de Linares, y algún día su nombre será recordado por los linarenses como el de un hombre recto. Juega el alcalde con la ventaja, cierto es, de tener a su favor el viento que sopla el afán emprendedor del alma de Linares. Pero aún así es imposible no reconocerle a Juan Fernández la virtud de haber sabido encauzar impulsos: hoy Linares es una ciudad plenamente moderna porque ha barrido nostalgias y dejadeces, porque sus gentes se han remangado la camisa y han arrimado el hombro y han sabido levantar la voz para que nadie –ninguna administración queremos decir– se olvide de que Linares existe. Y de que con Linares no se juega.

A Linares se le notan el pulso del tiempo que avanza y la conciencia de que la ciudad es cosa de todos. De ahí su plenitud civil y esforzada. Linares ha sabido manejar los ritmos de la modernidad, conjugando fondo y forma: inmerso en el tiempo nuevo, no ha renunciado a su férrea conciencia de sociedad trabajadora, innovadora. Hay ciudades que siguen viviendo como el hidalgo del Lazarillo, revolcándose en la esterilidad de sus blasones y descolgándose de todos los vagones del mañana, por pura apatía. Mientras, Linares se impulsa, y crece y llama y recibe y ambiciona: Linares tiene hambre de mañana.

Solemos ir de compras a Linares. Ahora, las ferias de San Agustín nos siguen llamando para pasear o para soñar con las tardes de gloria y sangre de José Tomás. Y es que las tardes de la feria linarense nos enseñan como descansa y se divierte una sociedad vibrante y ambiciosa. Linares está viva: y eso nos da envidia –sana envidia– a los que vivimos en un cementerio.

(Publicado en Diario IDEAL el 28 de agosto de 2008)

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Amen

Fr. B. Tapatensis dijo...

Amén.

E. Santa Bárbara dijo...

En un cementerio no se vive. En Úbeda estamos muertos.

Saludos.

El Hermano Montgolfier dijo...

Amigo Manolo, hoy con motivo del día del blog, te he recomendado en mi página.

Recibe un cordial saludo

Anónimo dijo...

¿Ya queremos cambiar de Ayuntamiento?, ¿estamos haciendo méritos? ...

Anónimo dijo...

Lo que queremos es cambiar de Alcalde. ¿Por qué Úbeda no puede tener un alcalde como Juan Fernández? ¡Maldita suerte la nuestra!

Alberto Román dijo...

Me has recordado 'Pueblo blanco' de Serrat, que termina diciendo....

«Si yo pudiera unirme
a un vuelo de palomas,
y atravesando lomas
dejar mi pueblo atrás,
juro por lo que fui
que me iría de aquí,
pero los muertos están en cautiverio
y no nos dejan salir del cementerio».

Besos.

Jose Ruiz Quesada dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Jose Ruiz Quesada dijo...

¡Cuánta verdad dices, amigo Manolo? sin dar nombres..., ¿cómo vemos en nuestra alma, que te estás refiriendo a nuestra querida y olvidada ciudad Patrimonio de la Humanidad? ¿y para qué? podriamos decir...,desde hace mucho tiempo no hemos tenido gobernantes que impulsaran a Úbeda como se merece y así nos va...,
un abrazo amigo Manolo.

mariajo dijo...

Buenas, las ciudades las hacen los ciudadanos, no podemos cargar esa responsabilidad solo en los políticos, sean del color que sean. No hay que quedarse solo en la queja. Faltan iniciativas, ganas y sobran inseguridades, prejuicios y comodidad. Me consuela pensar que hay gente que al menos denuncia lo que no le gusta. Gracias y ánimo.

Anónimo dijo...

Estimado Manuel. En mi nombre y en el de muchos linarenses le doy la enhorabuena por este artículo que tanto ha gustado en esta ciudad. Y le agradezco sus palabras acerca de los linarenses.
Reciba un afectuoso saludo.
Alfonso Rivas Ruiz.

Manuel Madrid Delgado dijo...

Mis amigos de los pueblos de La Loma siempre me han dicho que lo más parecido que conocen a un sevillano es un ubetense, por lo chovinistas. No sé si eso es cierto, pero lo cierto es que tenemos que mirarnos menos el ombligo, churretear menos en los bares y remangarnos la conciencia cívica e implicarnos en la "res pública" ubetense. Mientras sigamos practicando el canto de la sirena nos irá como hasta ahora. A ver si aprendemos de Linares, que falta nos hace.
Saludos a todos, desde el cementerio.

Anónimo dijo...

Desde luego, gracias a gente como tú y otros, que formais el sanedrín de Ubeda (los mismos de siempre)que lo único que aportáis son críticas, agonía, desazón y muy mala publicidad para vuestro pueblo, dificilmente, avanzaremos en Ubeda. Por suerte, en Ubeda hay mucha gente que trabaja diariamente de forma callada por el bien de la ciudad y no se dedica a darle puñaladas traperas en los medios de comunicación, blogs, foros y demás inventos técnologicos. Y siempre mirando para los dos mismos pueblos. Baeza y Linares. Siempre comparandose, siempre alabando a unos por su gestión del patrimonio y a otros por su gestión comercial. Ubeda no tiene nada que envidiar ni a Baeza ni a Linares. Ni se merece el trato que le dais. ¿Decidme que haceis vosotros que tanto críticais a nuestra querida ciudad por ella? Mas os vale dejar ya el desanimo y el critiqueo facilón y poneros manos a la obra con iniciativas positivas. Os pongo un ejemplo: El amigo David Doncel, Director del Festival Internacional de Musica de Cine.

A ver cuando se puede leer en vuestros blogs algo positivo de nuestra ciudad. Y si no lo encontraís pues iros a vivir a otro sitio. Seguro que si no residieseis en Ubeda la echarias de menos o a lo mejor también la criticarías desde la distancia, que eso se os dá muy bien.

Un saludo.