jueves, 13 de septiembre de 2012

ELOGIO DE LA BLASFEMIA Y NOTA SOBRE LOS FUNDAMENTALISTAS





Manifestaciones violentas y asaltos a embajadas o consulados estadounidenses que ahora mismo se suceden en muchos lugares del mundo árabe. Ese lleva siendo durante todo el día el titular de los periódicos digitales. El islamismo, dicen, ha saltado como un perro rabioso ante un vídeo cutre que según su estrecho parecer se mofa de Mahoma. La blasfemia de un hombre libre vuelve a encender la mecha del fanatismo islámico. Pero esto no es nuevo ni, por supuesto, privativo de los fanáticos musulmanes: también en el mundo católico hemos visto con relativa frecuencia como los sectores más intolerantes del catolicismo claman contra los blasfemos y exigen cortapisas a la libertad de expresión. También en esto, quieran ellos o no, coinciden con los islamistas: el derecho a la libertad de expresión acaba allí donde comienzan sus ideas religiosas, y si su norma dice que el dios tal o cual fue de un modo así o asá nadie podrá utilizar sus palabras, sus dibujos o sus esculturas para cuestionar eso, para discutirlo o, simple y llanamente, para reírse del dogma si le parece absurdo. Sin duda, el trabajo con el que se ha conseguido el derecho a la libertad de expresión debería ser suficiente para que los hombres libres hiciésemos un permanente elogio de la blasfemia, no por lo que pueda tener de ofensa sino por lo que sin duda tiene de libertad individual. Porque además el remedio contra la blasfemia es fácil: basta con no leer el libro del blasfemo, con no ver su película o con no asistir a su exposición, dejando que lo hagan los que quieran hacerlo y por los motivos que quieran hacerlo.

Pero en lo que está pasando hoy en el mundo árabe me temo que hay otros argumentos además de la incapacidad del islamismo para comprender la libertad: estoy convencido de que ese vídeo les ha dado la oportunidad de poner contra las cuerdas a los Estados Unidos en plena campaña electoral. ¿Motivo? Los islamistas sabe que serán tanto más fuertes cuando más sectaria sea la política que con respecto al mundo musulmán se siga en la Casa Blanca: me temo que lo que está sucediendo en Egipto, en Yemen o en Libia allega votos al granero republicano. ¿No es sospechoso que el vídeo haya surgido en el seno del lobby judío, uno de los sustentos básicos del ala radical del Partido Republicano? A los judíos partidarios de la mano dura les conviene un mundo árabe incendiado y los candidatos de Al-Qaeda, de los salafistas y de todos los barbudos que no dudan en apedrear mujeres o mutilar niñas, son Romney y Paul Ryan, dos fundamentalistas como ellos... pero en versión cristiana. Los fundamentalistas sólo pueden tener candidatos fundamentalistas. Y para darles los votos que necesitan salen furiosos a las calles. Instigados por la acción de otros fundamentalistas.

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