viernes, 6 de noviembre de 2009

ALAKRANA




No entiendo a este país. Y a veces, incluso, me avergüenza: demasiadas veces. Este es el país donde los partidos políticos se pasan la democracia por el arco del triunfo, pero donde todos se la cogen con papel de fumar cuando hablan del Estado de Derecho en según que ocasiones: el mismo Estado de Derecho que, por ejemplo, no respetan ni el PSC ni CiU ni ERC cuando cargan contra el Tribunal Constitucional a cuenta de la sentencia sobre el a todas luces inconstitucional Estatuto de Cataluña.

No entiendo este país, que carcomido por el cáncer del buenrrollismo y de la política guay se ha olvidado de lo que los pensadores alemanes denominaban la realpolitik. La política cruda y dura, el hueso desnudo de la política, la política en estado puro, ese espacio en el que el político se enfrente con la realidad y sólo cabe el riesgo y la decisión valiente, la política en el borde mismo de la guerra o del enfrentamiento, contra otros países o contra piratas. La política descarnada, cruda, donde se juega al todo o nada por cosas realmente importantes y urgentes.

Y todo esto me viene a la cabeza a propósito del secuestro del pesquero Alakrana.

No entiendo cómo desde el primer momento, y antes de haber permitido llegar a esta situación espantosa, el Gobierno no dibujó un plan para liberar a los pescadores por la fuerza, con toda la fuerza que aún pueda conservar unas fuerzas armadas a las que se prepara y adoctrina para la paz pero no para la guerra, como si los ejércitos fuesen otra cosa que máquinas de guerra, máquinas, en este caso, para defender a los españoles que lo necesitan. Pero no hubo acción militar, porque nuestros soldados no están para eso: lo extraño es que todavía no hayan recibido un fax del Ministerio ordenándoles que se vistan de gallinas caponatas para saludar a los piratas cuando se crucen con ellos, rebajando así la tensión. No hubo operación militar y ya no puede haberla, porque se traduciría en una escabechina de pescadores españoles. Hoy, los piratas son dueños absolutos de la situación.

Menos aún entiendo cómo se pudo detener a dos piratas y en lugar de mantenerlos a bordo del buque que la Armada tiene en el Índico –para negociar con los piratas, para chantajearlos, para intercambiar– los mandaron a España: la detención le daba a España una ventaja en la negociación, su envío a España le da toda la fuerza a los piratas. Ya sabemos que hay jueces ciegos por ser famosos o nobeles y que acabarán juzgando hasta al lucero del alba. Pero en este caso hubiera sido preferible que los militares –respaldados, protegidos, amparados por el Gobierno y por la deber de obedecer a los superiores y por las barbas del abuelo de Heidi si hace falta– hubieran puesto a buen recaudo, escondidos en las bodegas del buque, a los piratas retenidos y le hubieran dicho al juez (si este se emperraba en reclamarlos para hacerles radiografías) que se habían fugado: aquí era más importante y necesaria esa dosis de realpolitik, con todo su cinismo, que el sarampión de Estado de Derecho que de pronto entró. Y lo curioso es que el sarampión les ha dado, incluso o más que a nadie, a quienes ven bien que se vapulee al Constitucional por lo que ya he dicho más arriba.

Poniendo en manos de la justicia española –perdonen la expresión, pero no se me ocurre otra para designar el tenderete de tribunales que tenemos aquí– a los dos piratas se ha dejado en un callejón sin salida a los pescadores españoles: los piratas amenazan con matarlos de tres en tres si no son devueltos a Somalia sus dos compañeros. Y sus compañeros no pueden ser devueltos porque el Estado no funciona así y esta bien que una vez llegados a este punto no funcione así. Luego llegados al punto de imposible solución, ¿ahora qué?, ¿le damos una medalla al méritodenosequé a los todos los lumbreras implicados en la detención legalísima de los piratas? ¿Una medalla por todos los marineros que asesinen los piratas o una por cada uno? ¿Qué hacemos para rescatar a nuestros compatriotas de ese pozo de caos que es la costa somalí? ¿Seguimos elaborando bonitos discursos? ¿Seguimos consintiendo la bochornosa bronca política y el desprecio a las familias?

No sé, estoy hecho un lío. Y cabreado, claro, como tantos españoles decentes que hoy pensamos más que nada en el sufrimiento de estos trabajadores y de sus familias, en el terrible desasosiego de no saber qué va a pasar pero de saber que la solución, si la hay, es difícil. Y lo que más miedo me da es oír a los políticos de turno decir que Ministerio de Defensa (y Pacificación) tiene la situación controlada. Que Dios o el destino o el hado de los dioses se apiaden de los pescadores españoles, porque la torpeza de su país los ha dejado en la estacada, casi casi abandonados a su suerte, que es lo español. Supongo que muchos de ellos estarán pensando en estas horas de angustia cuánto mejor es nacer estadounidense, francés o inglés. Por desgracia no podemos elegir y nacimos españoles. Y los piratas nos tienen calados, seguro: deben estar tronchándose de la risa viendo como ellos aprietan el cuchillo sobre el cuello de los pescadores mientras aquí la indecente casta política intenta sacar tajada y beneficio de esta desgracia.

Ya digo, no entiendo este país. Y muchas veces, incluso demasiadas pocas, me da vergüenza. Hoy es uno de esos días.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Si los piratas cumplen su amenaza y comienzan a matar a pescadores del Alakrana, ¿habrá algún responsable en España de tanto despropósito? ¿La Ministra de Defensa? ¿El juez Garzón o el Presidente de la Audiencia Nacional? ¿El Jefe del Estado Mayor del Ejército? ¿El jefe del CNI? ¿El armador del buque secuestrado? AQUÍ TIENEN QUE RODAR CABEZAS.
SOLIDARIDAD CON LOS PESCADORES Y SUS FAMILIAS.

Anónimo dijo...

También tenemos que ponernos en la piel de los piratas, asaltaron ya un pesquero español y les pagaron un sustancioso rescate, los franceses no; entonces los piratas pensaron y dijeron, pues volvemos a atacar un pesquero español. Ante esto también debiera prestar atención la ministra de defensa

Diego de la Cruz dijo...

Manolo, en términos generales estoy de acuerdo contigo pero hay dos cuestiones que deseo resaltar: 1ª no creo que la violencia sea la mejor manera de solucionar en conflicto, y 2ª Todo el mundo está pasando por alto que el Alakrana se encontraba a 800 millas (casi 1500 Km.)de la zona de seguridad ¿no es eso una irresponsabilidad que trae de cabeza a todo un Estado?

Manuel Madrid Delgado dijo...

Diego, con respecto a la segunda cuestión me parece que no es la más importante en este momento: si el pesquero estaba fuera de la zona de seguridad, lo sensato es que una vez liberado el Estado "ajuste" cuentas con él y pida explicaciones o indemnizaciones o aquello a lo que haya lugar.
Con respecto a la primera cuestión estoy de acuerdo en que la violencia no sirve para resolver el conflicto... ahora. Pero creo que tenemos que repensar el concepto que tenemos de la "violencia", porque no toda violencia es ilegítima. Es clásica la definición que Weber hace del Estado como legítimo detentador de la violencia, y a mí me parece que hay que abundar en esa vía. Estamos asistiendo a la desintegración real de estados y gobiernos (México, Colombia, Somalia, Afganistán, Pakistán...). Y es terriblemente preocupante y peligroso que el espacio que dejan los estados al derrumbarse es ocupado por grupos religiosos, mafiosos o económicos que crean sus propios ejércitos y utilizan una violencia "ilegítima" para imponer su ley. Eso desestabiliza mucho nuestra realidad, lo estamos viendo, y da miedo pensar que esos grupos surgidos al amparo del ocaso de los estados en amplias zonas del planeta puedan acceder a los arsenales nucleares o biológicos. Para frenar esa escalada es necesario imponer la violencia de los estados, seamos realistas. Y me temo que volver a imponer los estados sólo podrá hacerse por la fuerza: en Ciudad Juárez ya se ha pedido la intervención de la ONU para poner fin al imperio de las mafias, porque el Estado Mexicano es incapaz de frenar ese poder creciente.
Creo que cualquier pensamiento que quiera enfrentarse en la realidad tiene que aparcar, siquiera momentaneamente, el deber ser para centrarse en lo que realmente es y ver cómo se soluciona.
Saludos.

Anónimo dijo...

Rescate de dos millones y pico de euros... piratas pendientes de indulto...OPERACION ATALANTA = MIERDA PINCHA EN UN PALO, infantes de marina españoles de vuelta a casita ya.