jueves, 11 de junio de 2009

MÍNIMAS UBETENSES (y X, POR AHORA)



XXVIII. Queremos crear una plataforma para pedir que le pongan un monumento, pero a estas alturas de la historia todavía no nos ha sido revelado el nombre del lumbreras entre los lumbreras que urdió los detalles del funcionamiento de la Zona Azul en distintas calles y avenidas de Úbeda. No es que esto de la Zona Azul sea un mal invento en sí mismo (aunque no parece muy ético cobrar más y por todo cuando más aprietan las cosas, pero en fin), pero lo cierto es que chapuza con que se gestiona en Úbeda es de las que hacen época.

Porque nadie ha previsto que en esas calles donde hay que pagar para aparcar los coches también viven personas que tienen coche, no tienen cochera y pagan su impuesto de circulación. Y por consiguiente no hay una tarifa especial para residentes.

Pero es que tampoco han previsto que puede ser necesario aparcar el coche un tiempo superior a 135 minutos, por lo que un residente, por ejemplo, la mañana del sábado tiene ir un par de veces a buscar la maquinita trincadora y sacar el boleto. Yo voy bastantes veces a Linares de compras: allí carecen del lumbreras que ha fijado aquí ese tiempo, por lo que te ahorras que si estás comprándote unos pantalones tengas que salir en calzoncillos –o sea, a calzón quitado–, corriendo, porque te cumplen los 135 minutos previstos por el heredero ubetense de Einstein. No te digo si el minuto 134 te pilla en el ambulatorio, mientras te hacen una radiografía, y tienes que salir pitando a echarle a la maquina. En fin, que todo todo muy bien previsto, como siempre ocurre en esta ciudad.

Y por supuesto, lo mejor de todo es que las máquinas no devuelven cambio: el peaje de la Zona Azul es un impuesto que hay que pagar con exactitud, porque a lo que eches de más le aplican el santa rita rita. O sea, que lo de estas máquinas es como si te presentas en la ventanilla de Recaudación del Ayuntamiento a pagar el impuesto de circulación, que asciende, pongamos por caso, a 145,68 euros, le entregas al amigo Fernando un billete de 200 euros y te dice que la vuelta es para la caja porque o se viene con lo justo o se pierde la diferencia. ¿Esto sería legal? Supongo que no. ¿Por qué si lo es lo de las maquinitas dichosas?

XXIX. Vivir en los aledaños de la calle Nueva se está convirtiendo en una odisea. Ya no es sólo lo de la Zona Azul o que no haya aparcamiento para residentes, ya no es sólo que cada vez que se hace algo en la zona se consulte con los todopoderosos comerciantes pero no con los vecinos, ya no es que en la calle en la que yo vivo no quepa el carricoche de mi hijo en la acera: ahora se nos vienen encima unas obras que, como todas las obras realizadas en Úbeda (a la avenida Cristo Rey o a la calle Ancha nos remitimos) se eternizarán, que nos harán tener cerradas a cal y canto las ventanas facilitando nuestra asfixia en el mes de agosto y que encima no nos dejarán dormir. Y menos mal que tenemos los periódicos para enterarnos de estas obras que deben terminar en octubre y terminarán cuando se acerque la Navidad y los comerciantes protesten, porque nadie nos ha comunicado nada.

XXX. Hay otro lumbreras suelto en Úbeda: el que ha decidido que la presión del agua sea, al amanecer, la suficiente para que salga un hilo de agua delgado y titubeante. Desde luego ese ideólogo no vuelve a su casa de madrugada después de trabajar y por tanto no necesita ducharse, ni madruga y seguro que cuando él se levanta ya hay potencia suficiente como para que ducharse no sea una odisea. Otro listo, vamos, y encima más perro que la chaqueta un guarda. Si alguien conoce el nombre, que lo diga, más que nada para saber en los benditos muertos de quién me cago mientras me ducho cada mañana a las siete.

6 comentarios:

Gófer dijo...

Y no es por meter más caña
en estos azules temas
que hay otra cosa que quema,
y además, no se regaña.

A las motos me refiero,
¡ésto sí que tiene guasa!
Pues éstos no pagan tasa
¡más justicia es lo que quiero!

Alfonso Donoso Barella dijo...

Pues amigo Fernando
en moto te he de ver
para que tranquilo
puedas comprender
que en las cosas de dos ruedas
no nos podemos meter.

Y es que bien claro lo tenía
el que a pie paseaba
y cavilando se decía
esta gente es una guasa.

Pues por ello solo queda
tener el coche resguardado
aparcado en su cochera
y del polvo bien tapado.


Un abrazo.

PD.1ª ¡Qué razón lleváis, Manolo y Fernando!
PD.2ª ¡Anda que no están bonicas nuestras calles carentes de coches!

Javier dijo...

Señor Gofer,
no se lo tome a guasa,
que no es ninguna treta,
la zona azul es la excusa
para que use la bicicleta.

Para mas honra de la ciudad,
ya tenemos carril bici
y para que tire usted "palante"
si no se la alquila Artificis
se la alquilara Atlante.


Saludos a todos. Prometo mejorar cuando diga de escribir en verso.

Anónimo dijo...

Pues si las motos no pagan en la zona azul quizás sea porque alguien no se ha leído las ordenanzas correspondientes.

Gófer dijo...

Las normativas legales
sobre azules aparcamientos
créame que no le miento
si le digo nadie las sabe.

Que con ordenanzas o sin ellas
una cosa está bien clara
dejando la moto aparcada
ningún agente le degüella.

Y es por ello que no veo justo,
aunque tenga moto, que tengo,
que no me sirva de abolengo
para que así no me den sustos.

Y, si por la contra coche cojo
para hacer cualquier mandado
porque ese día esté nublado
no se me produzcan enojos

"los azules" no me multen
por no tener papelito,
(el que en moto no necesito)
y con noventa euros me asusten.

Manuel Madrid Delgado dijo...

Vosotros os lo tomáis a coña, pero las obras de la calle Mesones van a durar siglo y medio y la zona azul es ya pa toica la vida. Y los ubetenses, como siempre, callaicos.
Un abrazo.