viernes, 7 de enero de 2011

LA REYA MAGA





Después de guardar cola pacientemente durante largo rato por fin llegó con sus hijos al estrado en el que los Reyes Magos los reciben, los cogen en brazos, les preguntan por lo que han pedido en sus cartas y si han sido buenos. Pese a que las criaturas tienen ya cinco años, él conserva la bobalicona pasión de padre primerizo, y esta cosa de los Reyes Magos sigue siendo una de las que más le gustan del año. Por eso, cuando sus gemelos se sentaron en las rodillas de Melchor a punto estuvo de que la gota de baba llegase al suelo y el dedo se le quedó engarrotado sobre el botoncito de la máquina de fotos, como cada año. Pero ese éxtasis paterno le duró hasta que... hasta que sus hijos se pusieron a berrear sentados sobre el barbudo rey. Tembleque le entró de pensar que sus hijos se habían puesto, súbitamente, enfermos en vísperas de tan gran día, y en cuestión de segundos se quedó apabullado por esa posibilidad, incapaz de reaccionar pese a que las abuelas que esperaban en la cola le gritaban que quitase a esos chiquillos de encima del rey, que sus nietos también tenían que verlo y que estaba atrancando la cola... Sólo pudo recuperar cierta normalidad de ánimo cuando le llegó a los oídos la voz clara y poderosa de sus hijos que entre berridos sin consuelo exclamaban que el rey era... ¡una mujer!

¡Cómo maldijo, primero a voz en grito y delante de todo el que quiso oírlo y luego en silencio pero no menos calmado, al concejal de festejos que no había evitado «semejante tropelía»! ¡Cuánto le costó restaurar en sus hijos la confianza en la existencia de los Reyes Magos! Tila, diazepam y ansiolíticos fueron necesarios esa tarde para calmarlo y aún así, no pudo pegar ojo en toda la noche, tramando una venganza contra quienes confundiendo igualdad y fatuidad habían estado a un tris de acabar con la ilusión de sus hijos. «¿Qué problema hay en que los Reyes Magos sean sólo hombres? ¿Es que se piensan que los niños son tontos y no se van a dar cuenta si les habla una mujer?», se preguntaba una y otra vez, removiéndose en la cama hasta que su mujer le dio un codazo y le dijo que se durmiese de una vez y que no le diese más vueltas a la cabeza... ¡Qué no le diese más vueltas a la cabeza, decía! Claro que tenía que remover la sesera, porque el escarmiento tenía que ser ejemplar...

El mismo 6 de enero, después de comer, se encerró en su despacho a escribir cartas exigiendo su derecho a ser Fallera Mayor de Valencia, Alcaldesa de Zamarramala, Reina del Carnaval de Cádiz, Abadesa de las Huelgas Reales de Burgos, y en su pueblo, Presidenta de la Asociación de Amas de Casa, Secretaria de la Asociación de Mujeres Empresarias, Tesorera de la Comisión Local de Mujeres Emprendedoras y Progresistas, Virgen María en la fiesta de Navidad del colegio de sus hijos y, por supuesto, mantilla en las procesiones del Jueves y del Viernes santos. Cuando volvió al comedor con el cargamento de cartas y notas a los medios de comunicación y le dijo a su mujer lo que iba a hacer, la pobre lo miraba con los ojos como platos, sabiendo que con lo terco que era su marido, no pararía hasta verse ataviado con el espolín y la manteleta y el moño lleno de agujas de plata presidiendo una «mascletá»... «¡Pero cómo vas a salir de mantilla en la procesión —le gritaba patidifusa— si no eres ni hermana, digo... hermano, de ninguna cofradía!». Pero nada, no hubo manera de convencerlo y al final, riéndose al imaginárselo con la peineta y los tacones de aguja delante del trono de la Dolorosa, le preguntó si por lo menos se afeitaría la barba. «Ni pensarlo, un hombre mantilla sale con su barba y con sus patas de pelos como Dios manda, vamos, como cualquier Reya Maga...»

(IDEAL, 6 de enero de 2011)

12 comentarios:

E. Santa Bárbara dijo...

Hemos llegado al colmo del ridículo, al esperpento, con lo de la "educación no sexista".

Tengo un amigo que no quería que a su hijo le tocase "la reya", argumentando que el niño no es tonto y que se iban a hacer añicos sus esquemas mentales (hay traumas que duran toda la vida). Al final tuvo suerte.

Si mis hijos me dejan, este año me pido acompañar, vestido de mantilla, a Nuestra Señora de la Esperanza, en la mañana del Jueves Santo. Siempre me ha hecho ilusión.

Nos hemos vuelto locos.

Alfonso Donoso Barella dijo...

¡Genial!

Un abrazo

Perikiyo dijo...

Bueno, hace unos años, un hombre ganó un concurso de misses.
Lo de la Reya Maga debe haber sido cosa de la paridad.

Saludos.

Manuel Madrid Delgado dijo...

Lo que no me explico es como las propias mujeres que tienen hijos piden vestirse de Rey Mago, sabiendo que pueden hacer naufragar la ilusión de otros niños. El problema, el gran problema, es que mientras se juega a estas cosas ("tenemos derecho a ser Rey Mago") se están olvidando de lo verdaderamente importante: de las mujeres que cobran menos que los hombres por el mismo trabajo, de los puestos directivos vetados a las mujeres por el simple hecho de serlo. No se trata de esta estúpida igualdad desgüaza ilusiones de niños, sino de la igualdad real y plena de derechos y deberes.
Y por cierto, puesto a llevarlo todo al esperpento al que algunos/as lo llevan, pues claro, el tío que dice Perikiyo, pues Miss España, y Eugenio de mantilla y dirigiendo el trono de la Oración del Huerto. Si la igualdad es que todo da igual, ¿qué importa eso? Menos ridículo me parece a mí Eugenio de mantilla que una reina maga que rompe la magia de muchos niños.
Saludos.

Anónimo dijo...

En Carmona hemos vivido un caso esperpéntico en noviembre de 2009 a costa de la cabalgata de Reyes Magos, que aquí organiza la peña Giraldilla. Por primera vez en 50 años se invitó a participar a una mujer, como rey Gaspar, y esta concejal del PSOE dijo que aceptaba pero que sería un rey sin barba, y se montó en Carmona un pollo que hizo que la concejala renunciara a su puesto. Y las feministas y los del PSOE montaron en cólera porque las madres y los padres no queríamos que una mujer fuese Gaspar y menos aún sin barba, y es que todo esto es realmente absurdo. Luego, la concejal pidió que la peña le pagase los 2.000 euros que le había costado hacerse un traje entallado y con falda de vuelo con el que pretendía salir de Gaspar. Y estas son las que dicen luchar por la igualdad de las mujeres.. Me alegro de que haya entradas como ésta y blog como éste que dicen las cosas claras, y que lo hacen desde laizquierda. Enhorabuena desde Carmona.

mariiisa dijo...

Y esto no será una cuestión de prejuicios que pasamos a nuestros hijos con cada biberon y en cada canción...?
pregunto?

E. Santa Bárbara dijo...

"Menos ridículo me parece a mí Eugenio de mantilla que una reina maga que rompe la magia de muchos niños".

Favor que usted me hace. Muchas gracias. ;-)

E. Santa Bárbara dijo...

Hablando del tema: ¿tú no tenías mano en eso?

Manuel Madrid Delgado dijo...

¿Mano en lo de las mantillas? No, yo ahí no tengo nada que ver. Pero voy a hablar con Luis Muñoz, que es mi amigo y Presidente de la Oración del Huerto, para rogarle que haga un poder y te deje salir tan rebonica en la procesión. Por un amigo, lo que sea...

mariiisa dijo...

...MIRA QUE YO, NO SOY MUY DE PRECESIÓN Y MATILLAS, PERO ESO NO ME LO PERDERÍA!
Teneis toda la razon del mundo, no se le puede romper la magia ni a los niños pequeños ni a los grandes.
QUÉ FUELTE!

Manuel Madrid Delgado dijo...

Me parece importante, realmente importante, lo de mantener la ilusión. Bastantes problemas tiene el mundo como para que encima nos encarguemos de privarlo de los pocos momentos en que se puede ser feliz. Lo dices en otro comentario: no deberíamos olvidar al niño que llevamos dentro. Y por eso, no deberíamos olvidar que la ilusión de los niños es muy frágil y que cualquier tontería o cualquier desliz puede quebrarla. ¿De verdad es necesario para la "igualdad" que haya "reyas magas"? ¿No es más importante garantizar que ningún niño descubra de golpe que la ilusión es un tinglado frágil que construimos para frenar la tristeza?
Saludos.

mariiisa dijo...

Confieso que este año no he visto la cabalgata de las reyas magas, pero he preguntado y me han dicho que no llevaban ni peluca ni barba.Si yo hubiera organizado una cabalgata en la que por primera vez son chicas, sin duda,hubieran llevado su disfraz al completo,aunque solo se tratara de su aspecto mas estetico.Sinceramente veo imnecesario herir sensibilidades tan gratuitamente,bien!
Pero los reyes magos, no son magos? se pueden convertir perfectamente en reyas magas!Una mentalidad más flexible es más saludable.Estamos creando una ilusión muy fragil a los peques,esa ilisiones basadas en "cuentos chinos" que los van metiendo en el sistema irremediablemente.
Y yo me pregunto ¿es que la iglesia no vá a actualizar ninguno de sus cuentos chinos, nunca?
LA IGLESIA QUE HA PERSEGUIDO DURANTE TANTOS SIGLOS CUALQUIER TIPO DE MAGIA, MENOS LA SUYA.
Vivimos en plena era tecnologica, no sería más interesante basar la ilusíon de grandes y pequeños en la libertad creativa del individuo?
No es más felicidad ver a tu hijo feliz, chapotear en la orilla del mar, por ejemplo?
Todos merecenos ilusión y felicidad en nuestra vida, pero no cualquiera.
Un saludo a todos.