martes, 14 de septiembre de 2010

ETA VENCIDA





Ciertamente ha habido muchos años en los que la presión de ETA era tan grande que se hacía necesario «negociar» para intentar frenar la espiral del sufrimiento. Cuando los asesinos eran capaces de poner sobre la mesa decenas de muertos, cada año, el Estado quiso acabar con tanto sufrimiento también sentándose a negociar con los terroristas. Pero estos, ciegos en su fanatismo racial y nacionalista, creyeron que podrían presionar al Estado Español indefinidamente, hasta alcanzar la independencia del País Vasco por mero cansancio y hastío de la sociedad española. Y mientras los etarras combinaban los coches bomba y el asesinato de niños con las treguas ficticias, todos los gobiernos democráticos han ido estrechando el cerco social, político y policial sobre la banda terrorista y su entramado sindical y político. Hoy, gracias a tantos años de lucha antiterrorista –y pese a los intentos de todos los presidentes de apuntarse el tanto de la paz, y pese a los intentos de algunos de someter también la lucha contra ETA al circo electoral–, ETA es una organización agonizante, moribunda. Por eso, su nueva tregua, o su alto el fuego, o su adiós a las armas, o lo que demonios sea lo que ahora han proclamado, carece no ya de ningún mérito moral –que es imposible que ETA lo tenga– sino de ninguna capacidad de maniobra política.

Hace tiempo pudo tener sentido negociar con ETA, relajar las condenas de sus presos, para frenar los asesinatos. Hoy, ETA casi carece de capacidad de matar y los eventuales atentados que pueda cometer serán ya tan escasos, tan improbables, que pueden ser perfectamente asumidos por la sociedad española. En los crudos términos de la política, España es hoy un país maduro en el que sus instituciones y su convivencia no se ven amenazadas por uno o dos muertos al año. Es difícil escribir así sobre hipotéticas vidas que pueden ser segadas por los terroristas, pero sólo desde esta dura convicción se puede entender la única respuesta que el Estado debe dar al anuncio de ETA: el tiempo de cualquier negociación ya terminó, la hora de la generosidad para con los terroristas es una hora de ayer. Ahora, sólo cabe seguir acosando a los terroristas, seguir deteniéndolos, seguir juzgándolos sin piedad y con justicia, seguir encarcelándolos largos, larguísimos años en la cárcel.

ETA ha defendido siempre que sus actos criminales eran operaciones militares englobadas en un conflicto bélico contra el Estado Español. Pues bien, cautiva y desarmada, ETA ha perdido la guerra. ¿Cabe la generosidad para con los derrotados? Ya no. Muchas veces intentó la sociedad española superar su rabia y su odio para ofrecer regalías a los asesinos con la condición de que parasen y abandonasen las armas. Pero ellos se negaron, y si ahora lo hacen no es por piedad o por generosidad, sino por simple cálculo. Se saben vencidos pero aún quieren apurar alguna migaja del Estado. Y ocurre, simplemente, que a estos vencidos no cabe darle ni las migajas: si mordieron la mano cuando la mano se les tendió, caiga sobre ellos la fuerza del puño del Estado, sin temblar en el golpe.

No sé si existe la tentación de acelerar la agonía de ETA mediante una estrategia de diálogo, que hemos defendido en otras ocasiones. Pero ese diálogo sería ahora –ahora que sabemos que tragándonos los nudos de la garganta y viendo las lágrimas de las viudas y los huérfanos hemos ganado limpia y justamente la partida– una ofensa terrible a las víctimas. Una burla sin sentido. La generosidad con los criminales repulsa siempre, pero puede ser éticamente aceptable si tiene la contraprestación de dejar de matar. Pero cuando ya los criminales no pueden matar porque son simples sombras vencidas, ser generoso con ellos ofende sin paliativos, sin excusas. ¿Que ETA está de tregua? Pues siga la democracia española encarcelando asesinos, acosando a sus voceros y quede claro que sólo la cárcel tiene un horizonte posible para los que mataron.

(Publicado en IDEAL el 9 de septiembre de 2010)

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Bien dicho. Pero la respuesta a un hipotético abandono de la violencia, es decir, a una renuncia al terrorismo debería concebirse no como una "regalía", sino como la vuelta a la normalidad: ETA y su entorno puede, si quiere, convertirse en un partido político. Eso es a lo que pueden aspirar: no a contenidos políticos negociados, sino a que se acabe la rabia por muerte del perro.

IGG dijo...

Soy vasco y vivo en el pais vasco. Hubo un tiempo en que el clima politco en que se vivia, propiciaba intentos desesperados por conseguir una paz casi a cualquier precio. Estabamos dispuestos a todo, a retirarlos, a darles titulos universitarios, a contratarles de funcionarios, a sentarlos en las concejalias de los ayuntamientos,como digo dispuestos a tragarnos toda la charca de sapos de golpe. Pero su ceguera radical y su mentalidad totalitaria les impidio ver mas alla del cañon de sus pistolas. A estas alturas de la pelicula, me doy cuenta que hubiera sido peor el remedio que la enfermedad, sencillamente la habriamos cagado.
Han trascurrido unos años y no son ni sombra de lo que fueron, los matones por pura estulticia y porque el relevo generacional ha traido unos terroristas de serie B impresentables, y el entorno politico porque ha caido agotado
a base de firmeza democratica.
Es increible el vuelco que ha pegado la situacion, el chorro de aire democratico que ha supuesto la alternancia en el poder de todo el aparato nacionalista por la coalicion de PP-PSE, es sencillamente prodigioso, y lo que es mejor aun el apuntillamiento moral e institucional de todo ese conglomerado de llamados patriotas "abertzales" que constituian el reservorio espiritual de ETA y su entorno. Este ejecutivo en un año y medio ha conseguido que nadie echemos de menos a los nacionalistas, ni a politcos como Ibarretxe, crispantes y viviendo solo para su ideario delirante, alejados de los problemas reales del Pais Vasco y de una sociedad hastiada con el doble vara moral del sempiterno PNV. Si, en efecto, existe vida institucional mas alla del nacionalismo y nunca, repito, nunca, los totalitarios has estado mas cerca del precipicio. Falta el ultimo empujoncito, y tal y como estan convencido estoy que lo van a dar ellos solitos. Animo a todos, estan acabados.

Fernando Gámez dijo...

¡Con vascos que piensan y sienten así, Sr.IGG, da gusto!

Enhorabuena. Le comunico mis respetos y mi coincidencia de parecer sobre el tema.

Nunca dudé que casi todos los vascos son ESPAÑOLES DE PRIMERA. Y usted me lo ha confirmado con su opinión.

Un saludo de un andaluz-español.

Manuel Madrid Delgado dijo...

Interesantísimo el comentario de IGG, que resume perfectamente el estado por el que ha pasado la sociedad española en general y la vasca en particular en los últimos treinta años. Del cansancio y el darle lo que fuese a los terroristas para que dejasen de matar, hemos pasado a esta conciencia de que la batalla está ganada y de que cualquier sufrimiento que ya pueda venir es asumible y no justifica ningún tipo de cesión. Estoy absolutamente convencido de que el cambio político en el País Vasco ha resultado fundamental para explicar también este nuevo horizonte, pues el PNV se dedicó largos, larguísimos años, a intentar sacar rédito de las muertes causadas por el ETA. Ahora, el gobierno de Patxi López se ha sumado a la lucha contra los terroristas, lo cierra la puerta que pudiera quedar abierta para un postizo fin negociado de lo que está acabado realmente. El cambio es el oxígeno de la democracia, porque los gobiernos eternizados en el poder enquistan la realidad y la pudren, mucho más cuando los partidos que sostienen en el gobierno tienen la visión totalizadora de la realidad que tienen los nacionalistas. Esa oxigenación debe ser lo que estén viviendo muchos vascos y en el haber del PSE-PSOE quedará el devolver el País Vasco a la normalidad del estado democrático español, acabando con la particularidad vasca entendida como problema vasco. Curiosamente, en Cataluña el proceso ha sido el contrario y ha sido el cambio (el recambio de CiU por el Tripartito) lo que ha enquistado la realidad catalana. Sólo puede explicarse esta realidad sabiendo que a los nacionalistas de CiU lo sucedieron unos nacionalistas mucho más radicales, por lo que le cambio resultó un mal negocio político. Los socialistas catalanes, arrebatados de la pasión nacionalista, se han dedicado a dinamitar el tradicional "seny" catalán, y si los vascos están en vías de acabar con el problema vasco, Maragall y Montilla y los suyos han inaugurado el problema catalán, de dimensiones desconocidas.
Lo más curioso de todo lo anterior es que cuando lo sensato por parte de ZP hubiese sido favorecer el gobierno de CiU tras el gobierno de Maragall, dejando a Montilla en la oposición, no lo hizo, atizando la llama catalana; y cuando lo sensato es apoyar al gobierno de Patxi López, de cuyo futuro depende en gran medida la normalización definitiva de lo vasco, hace lo contrario y se arroja en brazos del PNV con tal de salvar el presupuesto y agotar los dos años y pico que restan hasta las elecciones. Supongo que muchos vascos como IGG estarán perplejos ante la política suicida de ZP, que en ninguna materia como en esta refleja su incosistencia e irresponsabilidad, apoyando a los incendiarios y segando la hierba bajo los pies de los necesarios y los responsables.
Saludos.

Anónimo dijo...

Es verdad que el clima que se vive en el País Vasco es mucho más calmado que el que vivíamos con la hegemonía del PNV , pero yo que resido en un pueblo muy abertzale , te das cuenta de lo humillante que es ver como concejales del PSOE y del PP tienen que moverse rodeados aún por guardaespaldas y aguantar las miradas hostiles de los radicales cuando se cruzan con ellos . Nadie damos nuestra opinión política porque por desgracia aquí nos conocemos todos y nadie se arriesga a ser diana de ellos aunque solo sea verbalmente . En las ciudades como Bilbao , Donosti o Vitoria la libertad de expresión es mas abierta y es ahí donde la gente hace piña para que esta manada de cobardes ( que es lo que son al fin y al cabo )no se salga con la suya . Están acabados como muy bien dice IGG y lo mejor de todo es que ellos lo saben y actúan a locas , sin meditar como un perro acorralado que no sabe como salir del atolladero y da mordiscos sin ton ni son sin saber muy bien que hacer . Y con estos pasará lo mismo , intentarán asustarnos volviendo a matar y lo único que conseguirán es dar más asco si sabe a todos y hacernos mucho más duros a los demócratas , espero que su fín esté próximo y abandonen las armas y todo quede en un mal recuerdo con sabor a miel por la victoria de los que no matamos como ellos para conseguir objetivos absurdos . Ojalá llegue pronto el día en el que en pueblos como el mio se pueda vivir con libertad y armonía y nuestros hijos puedan disfrutar de una sociedad hermanada y unida en el respeto a los demás incluidas las diferencias políticas .

IGG dijo...

Con lo bien que ibamos, Srs.
Antaño la gente que estudio letras, no se le daban bien los números y opto por las ilustres ciencias sociales, como el estudio del derecho y otras grandes disciplinas del saber. Pero una aritmética básica si que aprendimos todos, con la cual ciertas sumas y restas salen a la primera, salvo que las cuentas las haga nuestro sistema judicial. Te condenan a 2700 años de carcel, te aplican la pena máxima de 31 años, para posteriormente aplicarte beneficios penitenciarios que dejan tus 22 muertos en 21 años y pico. Esta aritmética no entra en ninguna cabeza. Pero en nuestro sistema jurídico si cuadran estas cuentas, y nadie quiere cambiarlo?, y nadie quiere cambiarlo porque excarcelaciones pasmosas y lesivas para nuestro cuajo democrático, como las que estamos viviendo, técnicamente impecables, en otro momento político distinto no interesan o si interesan, según la hoja de ruta que el partido gobernante de turno tenga escondida en su cajón. El cáncer esta en la absoluta falta de separación de poderes, donde los jueces están directamente al dictado del avatar político imperante, sea un juez estrella, un juez hormiguita, un juez patoso, alto tribunal o bajo, un hiperactivo fiscal o un fiscal sordo y ciego, todos los órganos relavantes de decisión, comisiones, delegaciones, órganos, etc, están trufados de este reparto de cuotas y clientelismo político que sienta y levanta a los decisores de las instancias judiciales a puro golpe de boletin, obligando que cualquier decisión transcendental se reinterprete, a la postre, al socaire partidista. Por eso solo desde este prisma se puede entender que una sección tercera de la sala de lo penal excarcele a Anton Trotitiño y a la semana vuelva a pedir su inmediata vuelta a la trena...los mismos tres jueces!!! Emplean los argumentos contrarios, técnicamente irreprochables, no me cabe duda, para instar a que lo vuelvan a pillar porque tiene que cumplir mas años.
Estos tejemanejes le minan la moral a cualquiera, ya no se si es peor que le suelten o que nos dejen con el culo al aire. Tenemos un sistema judicial aborrecible, durísimo con el robagallinas y exquisitamente volcado en recuperar para la sociedad al gran delincuente, a estos depredadores humanos. Vale somos estupendos y creemos en las bondades de nuestro sistema carcelario! Les perdonamos porque somos capaces de no vivir en el rencor, pero al menos, Srs. comprueben que salen arrepentidos o controlados, no los solteis sin mas, puño en alto y el corazón hinchado de odio, de nuevo al mismo cuerpo social que zahirieron, que quisieron destruir, me da igual que sea Gatza, De Juana, Txeroki, el “rafita” o el mismísimo Carcaño, para mi todos están en ese abominable saco de lo peor del genero humano.
Mark D Chapam mato a Jon Lennon en 1980, lleva 31 años apelando, pero nadie en su sano juicio se traga que este arrepentido por eso el pueblo americano ha decidido seguirle pagando de por vida su alojamiento en la cárcel de NY, inhumano? Dejenme decidir, por favor, porque ustedes srs togados y sus jefes de escaño me están demostrando que no tienen mejor criterio que yo, bueno, ni mejor criterio, ni vergüenza.