viernes, 20 de abril de 2007

BIENVENIDOS

No es este cuaderno flor de un día. No está pensado hace un rato: lleva largas semanas meditándose y pensándose. Hasta ha tenido algunos intentos fallidos, blogs que deben ahora andar perdidos por los agujeros negros de internet, ese misterio. Uno piensa en ir dejando aquí sus palabras, pero luego se pone delante del ordenador y no sabe que escribir. Y el blogs se va a la papelera, si es que internet las tiene. Pero hoy era el día. Porque hoy era ya imposible callarse.

Ayer fue, nuevamente, el día de la cruda realidad: uno de nuestros políticos volvió a ponerse delante de la gente. De la gente normal, de la que no llega a fin de mes. El otro (Zapatero) no tenía ni la más remota idea de cuánto cuesta un café o un menú. Este (Rajoy) se avergonzó de decir cuanto ganaba cuando una pensionista le dijo que ella tenía que ¿vivir? con 300 euros mensuales. Seguramente lo que ganaba Rajoy en un solo mes es mucho más de lo que esta mujer gana en todo el año. Por eso, mejor que los políticos se callen. A quien hace alguna tontería se le dice que cuando habla sube el pan: como tenemos la certeza de que cuando los políticos hablan no suben nuestros sueldos pero sí nuestra desilusión y nuestra indignación, mejor que estén callados. Ya sabemos que viven mucho mejor que nosotros. Al menos en eso Rajoy fue sincero: "bastante más que usted". Lo que no es capaz de imaginar cuando significa en la vida del día a día este "bastante".

Volveremos a cortar en esta tela.

Por ahora, símplemente, bienvenidos a todos: con estos políticos nadie sabe cómo ha sido, pero está aquí la primavera. El cielo azul, bajo, cuajado de hilos y algodones de nubes -gaseosa de la mañana de abril-. Una mañana como ésta no se merece que, por hoy, sigamos hablando de estos políticos.

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