Está bien que tal y como andas las cosas, Internet nos ofrezca fotografías que nos reconcilien con la vida, con lo más hermoso y luminoso de la vida. Esta mañana, casi por casualidad, me he topado con este foto de una familia que ha vivido una historia de esas que tan propias resultan para una película americana.
Me gusta esta fotografía. Me gusta la cara de satisfacción del padre, la cara de amor y ternura de la madre, las caras de placidez absoluta de los seis pequeños. Todas son las caras de la felicidad. Me gusta esta fotografía porque me hace sentir bien, amar la vida, dejar de pensar por unos instantes en los políticos, en los banqueros, en las listas electorales imposibles de votar. Al ver a esos padres y a esos seis hijos es imposible no pensar que el mundo todavía tiene una posibilidad. O tantas posibilidades como niños nacen cada día.
11 comentarios:
Di que sí, Manolo. Es precioso
¿"Me hace sentirme"? Usted escribe en el Ideal, ¿no?
Jajaja, Ya lo has corregido. Y lo has hecho sin publicar el comentario que que te advertía del error y sin, obviamente, hacer mención al mismo. Esto demuestra lo reacio que eres a admitir tus propios errores. Muy soberbio, Manolo. ¿Bajo esa actitud te atreves a darle a este blog el corte progre que tiene? Qué paradojal. Para que luego digas que estás abierto a la crítica. Una pena que sólo estés dispuesto a escuchar a quien te adula.
Supnogo que quien "abre" un blog corre el riesgo de que le caiga en suerte un "anónimo". Lo advertían hace un tiempo mis amigos Eugenio Santa Bárbara y Alberto Román. Aquí van los dos últimos comentarios enviados por mi anónimo en los últimos días. El primero, por lo menos, me advirtió de un error en la redacción de esta entrada; lo corregí sin nombrarlo y como se ve que su ego no quedó satisfecho, mandó el segundo mensaje, en el mismo tono insultante y ofensivo en que suele mandar sus mensajes.
Me fascina esta valentía de los que se piensan superiores y se esconden detrás del anonimato. Con gente así es como podremos construir un mundo mejor, ¿verdad?
Saludos, también para el anónimo que por una vez, aún sin perder su tufillo de superioridad y su ánimo insultante, ha ayudado a mejorar este blog.
Quien infla su ego y se cree superior eres tú, un hombre incapaz de asumir que la crítica es inherente a cualquier tipo de creación.
Venga, este tampoco lo publiques.
Mi anónimo es así: es de esos tipos que se piensan superiores a los demás, con derecho a todo. También con derecho a llegar a este blog, que es como mi casa en esto de Internet, dar una patada en la puerta, escribir lo que le venga en gana y verlo publicado en los comentarios. Mi anónimo es así, no se cree con la obligación de dar la cara, piensa que uno tiene que aguantar todos los insultos, los comentarios hirientes y los puyazos por el simple hecho de tener un blog, vengan de quien vengan. Mi anónimo es así, no da ni una razón para explicar por qué esos comentarios sin nombre ni apellidos tienen que aparecer aquí, por qué tienen que quedar constancia de su afán de protagonismo, intenta insultarme pero no me ofrece ni una razón para que yo lo publique y le de luz a su bilis. Mi anónimo es así, un poco sádico, porque sin gustarle para nada lo que se escribe en este blog lo lee y lo relee, morboso. Mi anónimo es así, prepotente, y quiere llegar a mi casa e instalarse en el mejor sillón y si no lo dejo entrar pues el intolerante y el soberbio soy yo, mi anónimo quiere que escuche sus insultos (él los llama "crítica", aunque lo que él hace no coincide con lo que el Diccionario de la Lengua considera crítica, salvo, tal vez, la acepción de murmuración) y si no lo hago dice que soy penoso. Mi anónimo es así, áspero como un erizo, venenoso como una viuda negra, peligroso como un político en campaña electoral, amargo. Es el anónimo que me ha tocado en suerte o en desgracia. ¿Alguién quiere compartirlo? Seguro que él tiene comentarios para más de uno, porque mi anónimo también parece instruido, seguro que leído, que en este caso la cobardía no parece ir reñida con la inteligencia. Mi anónimo es así.
Es muy propio de los "católicos-socialdemócratas-progres-sectarios-marxistas-fascistas-situacionistas-husitas-templarios", desorientados en el sincretismo, confundir la ocupación de inmueble con la crítica. Y si sigo leyendo lo que escribe es por el divertimento de confirmar lo lejos que anda usted de lo que defiende. Tertulia de bar, ya sabe.
Y se empecina usted en el arte de la errata, por cierto.
"católicos-socialdemócratas-progres-sectarios-marxistas-fascistas-situacionistas-husitas-templarios", desorientados en el sincretismo, confundir la ocupación de inmueble con la crítica." Este tío es un cachondo, desde "Mazurca para dos muertos" no leía tantas tonterías juntas.
Hace un montón de tiempo , como consecuencia de una búsqueda de un hjo mio,no sé qué de unas fotos que queria comprobar si estaban o no en la red, me avisó de un comentario tuyo en el que relatabas un desencuentro conmigo. Para mí fué doloroso y me pareció,en su momento, hasta cobarde;pero más dolían los comentarios, mentiría si negara que los sobreentendidos, los neologismos que me dedicaron en un alarde de ingenio no me hicieron cambiar mi percepción del pueblo al que siempre me refiero como la tierra que elegí para que fuera la mia: aquí he criado a mis hijos y sería ingrato no amarla, aquí tengo mis amigos, por escasos doblemente queridos.
Yo tambien he preguntado por el autor del blog -que sigo porque me interesa,ciertamente- y tengo mis opiniones,que no escribo tras anonimos. Pero hoy quisiera preguntar por qué detrás del fantasma que de mi evocais -ya sé que es de Cernuda, soy un pedante- no hay nadie que se haya preocupado de comprobar la realidad de mi persona. Es abrumador leer opiniones que lógicamente no suscribo sobre mí, de gente con la que no me he tomado un café en mi vida.
No, jamás he escrito en tu blog , espero seguir leyendo tus opiniones como todas las otras que encuentro, desearía no tener que volver a verme caricaturizado por otros anonimos, algunos usando comentarios que delatan proximidad y que sean acogidospor tí.
Ocioso decir que no me reconozco en ese ampuloso y despreciable personaje que retratais algunos. Por lo que a tí respecta hoy he querido,dolido, contactar contigo para tomar un café y hacer lo que probablemente debiera haber hecho hace tiempo, hablar, conocernos y en su caso perdonarnos. Espero que muevas ficha y entretanto creo debieras evitar que un blog como el tuyo fuera pasto de anónimos que te insulten o lo hagan con otros.
Saludos Miguel Cidraque
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