sábado, 19 de marzo de 2011

LA SOLEDAD Y LA DUDA




Toda la verdad está en Camus y por eso sabemos que hoy es necesario luchar despreciando la guerra. Y aunque ninguna victoria compense las mutilaciones del hombre que la guerra conlleva, la complicidad con la injusticia, el silencio ante el atropello impune y la violación de la vida y el ansia de liberdad, nos empequeñece como hombres. Hoy nos asomamos otra vez al balcón de la guerra. Yo no sé de qué manera, pero lo que hoy está sucediendo en Libia es justo. Decentemente justo: «el espíritu nada puede contra la espada, pero que el espíritu unido a la espada vencerá eternamente a ésta utilizada por sí sola». Y como siempre que nos enfrentamos a una causa justa, la primera guerra es contra nuestra conciencia.
 
En Libia volvemos a habitarnos de dudas y soledades.

1 comentario:

Manuel Madrid Delgado dijo...

Me manda mi anónimo un gracioso mensaje en el que parece sugerir (o sugiere abiertamente, no sé) que sólo sus mensajes mueven a debate y que no se publican aquí no porque sean ofensivos y se escriban con ánimo de hacer daño sino por falta de madurez o por cobardía. Curioso sujeto mi anónimo.