En el mismo lugar de la web de El País se sitúa un vídeo que cuenta la terrible historia de Rodrigo, un bebé que ya ha padecido varias operaciones y para vivir necesita un trasplante de varios órganos, y la noticia de que Benedicto XVI, después de haber formado una comisión para tan vital tema, ha determinado que el Purgatorio es un estado del espíritu y no un lugar físico, un fuego interno y no externo, o algo así. Es sorprendente (a mí, en realidad, me resulta escandaloso) la facilidad con que mezclamos lo realmente importante y la mera tontería, aquello en lo que se cifra el dolor y el sufrimiento o la alegría de las personas, y la elucubración de unos comisionados (posiblemente muertos de aburrimiento, seguro que sin conciencia real de los problemas de la calle) que no va a producir ninguna, pero que ninguna, mejora en el mundo ni va a aliviar dolores o sufrimientos ni va a acrecentar alegrías. ¿Hasta qué punto el dedicar tanto espacio a tonterías como la del Purgatorio resta protagonismo a cosas realmente importantes como el pulso con la muerte que mantiene Rodrigo? Hoy mismo se lo preguntaba Muñoz Molina en su blog, a propósito de la importancia dada por los periódicos al cierre de El Bulli, el restaurante donde Adriá sirve comidas supermegamodernas, y el tratamiento de refilón que se daba al importantísimo recorte que van a sufrir en España las políticas de educación. ¿No será que ha dejado de ser noticia lo importante porque sólo importa lo curioso, lo anecdótico?
Vuelvo al Purgatorio; miro la página del periódico y pienso que no es de extrañar que las iglesias estén cada vez más vacías: habiendo tantos infiernos en la tierra ¿a quién puede importarle lo que sea el Purgatorio? Definitivamente, las preocupaciones del Vaticano parecen no ser de este mundo.
2 comentarios:
Tras leer el parrafillo este se me hace inevitable una pregunta: ¿Dónde comeré yo ahora entre semana una vez cerrado El Bulli?
...(Pues a mi de la iglesia ya no me escandaliza NADA,stoy inmunizada!)
Simplemente la ignoro.
Con una única excepción,el respeto que me merece el misionero que se remanga a pié de obra de manera altruista y sin intención de adoctrinar.
recomiendo REDES,LA CIENCIA DE LA COMPASIÓN.
Publicar un comentario