A veces, la vida es una suma de tópicos. Supongo que un día como éste, Sábado de Ramos, no deja de ser un día hecho sobre tópicos. Pero yo no lo puedo remediar: me gusta el Sábado de Ramos, me gusta el olor de este día, la luz que parece recién estrenada, me gusta contemplar como llegan los primeros vencejos y como florecen los naranjos, como las calles bullen de vida. Hoy, además, ha sido bastante especial: todos los amigos juntos, con nuestros hijos, en el sol de la tarde, hablando de las cosas que nos gusten mientras bebíamos cerveza. La dicha absoluta debe ser algo muy parecido a lo que hoy hemos vivido.
A mí, aunque sea tópico, el Sábado de Ramos me hace feliz, me devuelve al niño que quiero conservar en mi interior, me levanta el ánimo. Creo que este día siempre me hace querer ser mejor. Y perdonadme, al menos por hoy, el recurso al tópico.
2 comentarios:
Y como siempre un placer poder compartirlo contigo.
Pepe.
La verdad es que fue un placer estar juntos todos el Sábado de Ramos, con tanta chiquillería... A medida que pasen los años, y nos sigamos juntado, pero más viejos, iremos recordando estas vísperas de Semana Santa de nuestra madurez, y será un buen recuerdo, un recuerdo sano.
Publicar un comentario