Supongo que la de esta tarde es una de esas tardes en las que las calles se quedan vacías como de repente y la gente se va a los bares o a sus casas a ver el fútbol, mientras muchos ponen de fondo ese sonido insufrible y que debería estar penado que son las retransmisiones deportivas de la radio, sobre todo de la SER. Porque hoy es uno de esos días (y mañana también lo será) en los que todo el mundo habla de fútbol. Y digo que habla todo el mundo porque si hasta en este Camino hablamos hoy de fútbol eso significa que ya nadie ha quedado libre de semejante epidemia.
A mí, en realidad, me da exactamente igual que esta noche gane el Barcelona o el equipo inglés del que ahora mismo no recuerdo el nombre. En realidad yo siempre prefiero que ganen los equipos extranjeros, porque así los que no gustamos de la pasión del fútbol nos ahorramos el suplicio que supone tener que tragarse el día siguiente con su retahíla de periódicos futboleros, telediarios futboleros y retransmisiones futboleras en directo que nos ofrecen la llegada del equipo, la ofrenda ante la Virgen de turno y el espectáculo de saltimbanquis de caras pintadas en la plaza del pueblo jaleando a los millonarios que han ganado lo que estaba en juego. Si Sergio Alises lleva razón, todo esto debe obedecer a un trauma de cuando yo era estudiante y me vi obligado (amistad obliga, pero no sabía que obliga a tanto) a grabar todas las celebraciones que esa plaga llamada Real Madrid realizó cuando ganó no sé qué copa o qué liga y que, por cierto, acabaron en el Paseo de Recoletos como un dosdemayo.
Sean cuáles sean las razones, el caso es que hoy me ha dado por hablar de fútbol, para ser uno más y no ser el que siempre se aburre en las conversaciones. ¿De fútbol? Pues verán, es que llevo pensando de qué equipo sería yo si a mí me gustase eso del fútbol. Desde luego tengo muy claro que no sería del Real Madrid. Y a partir de ahí ya nada tengo claro. Y para poder ver de equipo hubiera yo podido ser he pensado en mis pasiones toreras. ¿De equipo puede ser alguien cada vez más desencantado con una fiesta que hubo un día que fue hermosa, como ha dicho Antonio Lorca, y hoy es un desastre? ¿De qué equipo puede ser alguien va a los toros a sufrir, con Curro cuando Curro toreaba, con José Tomás…? Pues creo que un sufridor, un aficionado correoso a esto de los toros, un aficionado de sentimientos, sólo puede ser del Atlético (creo que se escribe así) de Madrid. Además es el único equipo que tiene una canción que me gusta, que es la del centenario que hizo Sabina.
Ahora bien, que esta declaración no levante euforias entre mis amigos colchoneros, que ya veo al Parri y a Pepe Navarrete convirtiendo a mi Manuel a la religión rojiblanca y llevándoselo a celebrar lo poco que celebra este equipo. Ya digo, puro currismo: mucho sufrir y poco celebrar. Aunque si a Manuel tiene que gustarle el fútbol (Dios nos libre) preferible es que sea del currismo futbolero… Un consuelo es un consuelo. Al menos en días tan terribles como estos en los que todo es fútbol, fútbol y fútbol. Porque pan hay poco, pero circo tenemos para hincharnos.
A mí, en realidad, me da exactamente igual que esta noche gane el Barcelona o el equipo inglés del que ahora mismo no recuerdo el nombre. En realidad yo siempre prefiero que ganen los equipos extranjeros, porque así los que no gustamos de la pasión del fútbol nos ahorramos el suplicio que supone tener que tragarse el día siguiente con su retahíla de periódicos futboleros, telediarios futboleros y retransmisiones futboleras en directo que nos ofrecen la llegada del equipo, la ofrenda ante la Virgen de turno y el espectáculo de saltimbanquis de caras pintadas en la plaza del pueblo jaleando a los millonarios que han ganado lo que estaba en juego. Si Sergio Alises lleva razón, todo esto debe obedecer a un trauma de cuando yo era estudiante y me vi obligado (amistad obliga, pero no sabía que obliga a tanto) a grabar todas las celebraciones que esa plaga llamada Real Madrid realizó cuando ganó no sé qué copa o qué liga y que, por cierto, acabaron en el Paseo de Recoletos como un dosdemayo.
Sean cuáles sean las razones, el caso es que hoy me ha dado por hablar de fútbol, para ser uno más y no ser el que siempre se aburre en las conversaciones. ¿De fútbol? Pues verán, es que llevo pensando de qué equipo sería yo si a mí me gustase eso del fútbol. Desde luego tengo muy claro que no sería del Real Madrid. Y a partir de ahí ya nada tengo claro. Y para poder ver de equipo hubiera yo podido ser he pensado en mis pasiones toreras. ¿De equipo puede ser alguien cada vez más desencantado con una fiesta que hubo un día que fue hermosa, como ha dicho Antonio Lorca, y hoy es un desastre? ¿De qué equipo puede ser alguien va a los toros a sufrir, con Curro cuando Curro toreaba, con José Tomás…? Pues creo que un sufridor, un aficionado correoso a esto de los toros, un aficionado de sentimientos, sólo puede ser del Atlético (creo que se escribe así) de Madrid. Además es el único equipo que tiene una canción que me gusta, que es la del centenario que hizo Sabina.
Ahora bien, que esta declaración no levante euforias entre mis amigos colchoneros, que ya veo al Parri y a Pepe Navarrete convirtiendo a mi Manuel a la religión rojiblanca y llevándoselo a celebrar lo poco que celebra este equipo. Ya digo, puro currismo: mucho sufrir y poco celebrar. Aunque si a Manuel tiene que gustarle el fútbol (Dios nos libre) preferible es que sea del currismo futbolero… Un consuelo es un consuelo. Al menos en días tan terribles como estos en los que todo es fútbol, fútbol y fútbol. Porque pan hay poco, pero circo tenemos para hincharnos.
3 comentarios:
aaaaaaaaaathleeeeeeeeeeeeeetic
No te preocupes Manolo que ya me he puesto de acuerdo con Pepe y para el cumpleaños de Manuel va la equipación completa, la manta, las sabanas, la toalla, la bufanda, el pitagol, las botas, el balón, la funda nordica, reproducción en miniatura de estrellas del atleti desde Ben Barek hasta Forlan... vamos, una alegria para decorar la casa!
Os mato a los dos. Avisados quedáis.
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